MÉXICO, D.F
Un gol de Raúl Jiménez le rescata el empate a las Águilas ante Morelia.
Por el empate de poca valía, y las dudas en el funcionamiento, el América tuvo poco que festejar esta tarde.
Las Águilas rescataron con dificultades el empate por 1-1 frente al Morelia en un partido que pareció disputado a medio gas, por un par de planteles que confirmaron estar por debajo de sus propias expectativas y lejos de explotar todo su potencial.
Entre lo poco rescatable para el equipo azulcrema fue la efectividad del canterano Raúl Jiménez, el juvenil que ocupó el frente ante la ausencia de Christian Benítez, y quien aprovechó una ocasión de las varias que tuvo para rescatar el punto.
La intensidad del América en el arranque era promisoria. Sin embargo, con las fallas en el toque definitivo, llegó el desánimo y el partido en picada emocional.
Sin el “Chucho” siquiera en la banca por una contractura, Jiménez apareció en punta y muy temprano, al minuto 4, tuvo un mano a mano con Federico Vilar, en el que salió mejor librado el guardameta visitante gracias al achique que le permitió desviar el remate.
Aunque ambos equipos tuvieron profundidad, y el América se vio más peligroso, lo que predominó fueron las imprecisiones, los cortes defensivos y uno que otro disparo lejano con dirección a las redes.
Uno de ellos fue de Carlos Morales, otro del “Rolfi” Montenegro y muy poco más.
La inconsistencia de ambos equipos se reflejó en los manoteos, reclamos y señalamientos de Miguel Herrera y Rubén Omar Romano en sus respectivas áreas técnicas.
Mientras el “Piojo” se pasaba la mano por el cabello en cada momento de frustración, cuando sobre todo reclamaba al cuarto oficial, el DT del Morelia no dejó de hacer aspavientos tácticos, como si enseñara a sus pupilos movimientos básicos en la cancha.
Con razón o sin ella, al menos ambos técnicos tenían motivos para sus reclamos, pues el partido estuvo lleno de faltas, resultó entrecortado y así fueron prácticamente contados los momentos donde hubo futbol.