Tucson, Arizona, debate medida para abordar consumo de drogas en espacios públicos

Nikki Lee, concejal del Distrito 4, impulsa una propuesta que estudiaría tipificar como falta menor el uso de estupefacientes en parques, transporte público y áreas compartidas. "No se trata de criminalizar el trastorno por consumo, sino de abordar dos problemas urgentes: la tranquilidad de los vecinos y la conexión de los adictos con servicios de tratamiento", explicó la funcionaria durante una sesión de trabajo.
Detrás de la iniciativa hay una estrategia con nombres y apellidos. Nicholas Newmark, caso emblemático de recuperación y ahora gestor en la División de Seguridad Comunitaria de Tucson, conoce ambos lados de la moneda: "Viví en las calles y sé que a veces el sistema debe encontrarte varias veces antes de que aceptes ayuda". Su testimonio refuerza el enfoque del centro de transición del condado, donde se ofrecen:
Entre los datos que sustentan la medida destacan las llamadas al 911 por comportamientos asociados al consumo en plazas comerciales y estaciones de autobús, así como denuncias de pequeños comercios afectados. Sin embargo, el plan enfrenta escepticismo entre organizaciones civiles que temren estigmatización de personas en situación de calle.
Newmark, desde su doble rol de experto y sobreviviente, insiste en la paciencia estratégica: "Al tercer o cuarto contacto, muchos terminan aceptando tratamiento. Esa ventana puede salvar vidas". Mientras el concejo analiza los alcances legales, en los corredores del ayuntamiento ya se habla de ampliar los horarios del centro de transición y contratar más consejeros especializados.