ENGLEWOOD, Col
Denver espera acabar con los fantasmas con Peyton Manning al frente.
Tras haberle permitido 86 puntos a los Patriotas de Nueva Inglaterra el año pasado, los Broncos de Denver cayeron en cuenta de qué tan lejos estaban para contender por el campeonato. Tras la derrota 45-10 que sufrieron a manos de Nueva Inglaterra en la postemporada, el entrenador John Fox aseguró: “Haremos todo lo necesario para mejorar”.
Y lo hicieron.
Cambiaron a Tim Tebow por Peyton Manning, reestructuraron la ofensiva y fortalecieron la defensa. Este domingo, cuando visiten a los Patriotas de Tom Brady, podrán medir qué tanto han cerrado esa brecha.
Champ Bailey, insistió que el bordo no sólo se había reducido, sino estaba completamente cerrado, sugiriendo que en los Broncos “sabemos que vamos a ganar” esta vez; algo no está tan seguro haber creído hace nueve meses.
“No sentí que hubiese 53 chicos convencidos de que ganaríamos”, dijo Bailey. “Y se mostró”.
No dijo nombres, sólo acotó que los Broncos (2-2) están sencillamente mejor equipados y preparados para competirle a los Patriotas (2-2).
“Un par de jugadores diferentes por aquí y por allá. Coordinador diferente. Mentalmente distintos”, dijo Bailey. “Pero creo que el año pasado, era muy obvio que no pusimos nuestro mejor esfuerzo en ese último partido. Fue realmente decepcionante llegar tan lejos y no poner el 100 por ciento. Pero es como es, ya está en el pasado, y este es un año diferente, hay diferente casta en los muchachos que entrarán ahí”.
Con el guardia derecho Chris Kuper, listo para volver tras haberse roto el antebrazo izquierdo, el apoyador central, Joe Mays, quien regresa tras un juego de suspensión por un golpe ilegal, y el ala cerrada de segundo año, Virgil Green, quien ha cumplido su mes de suspensión por violar la regla de sustancias prohibidas.