Bengalís y Acereros, con boleto en juego

SAN DIEGO, CA.

Mañana se juega la última fecha de la temporada regular en la NFL para definir un wild card para los playoffs.
El domingo se juega la última fecha de la temporada regular en la NFL. En la Conferencia Americana sólo resta definir un wild card para los playoffs, que se disputan Cargadores, Cuervos, Jefes y Texanos, aunque sólo San Diego controla su destino. En la Nacional hay cinco equipos clasificados a la postemporada y está por definirse al campeón de la División Sur.
Con muchos ya eliminados, el interés se concentra en los duelos en los que se definen los campeones de divisiones. En el Norte de la Americana, Bengalís (10-4-1) visita a Acereros (10-5), mientras que Panteras (6-8-1) viaja a Atlanta (6-9) para dirimir el título del Sur de la Nacional.
Cincinnati llega al partido definitivo tras haberse quitado un peso de la espalda: en tres de los partidos más importantes antes de enfrentar a Broncos el lunes pasado habían caído por paliza (43-17 ante Patriotas, 27-0 en Indianápolis y 42-21 frente a Pittsburgh). Tras su duelo con Denver, la defensa de los Bengalís fue una pesadilla para Peyton Manning y demostró que puede estar a la altura de los grandes momentos.
Paul Guenther, coordinador de la defensa, remplazó al cornerback Terence Newman, desechado por Dallas hace dos años, por el joven Dre Kirkpatrick, y éste respondió robando dos pelotas y devolviendo una de ellas para anotación. La velocidad y potencia del lineman Carlos Dunlap, la agresividad del linebacker Vontaze Burfict y la experiencia de Pacman Jones en la secundaria pueden ser importantes para enfrentar al ataque de Pittsburgh.
Las posibilidades de que Bengalís logre el título dependen en buena medida de que pueda detener a Acereros, ya que su ataque no ha destacado por su confiabilidad. En especial el quarterback Andy Dalton, a quien dos entrenadores, Hue Jackson y Jay Gruden, han tratado de pulir, con poca suerte, ha mostrado numerosas limitaciones tanto en la lectura de los esquemas contrarios como en la fuerza de su brazo, lo que ha provocado demasiadas intercepciones (18 por apenas 15 touchdowns). Una buena sorpresa ha sido el running back novato Jeremy Hill, quien ya rebasó la marca de las 1.000 yardas y ha cargado con el peso del ataque cuando Dalton sale en uno de sus malos días, como pasó el lunes.
Pittsburgh ha encontrado su ritmo al ganar tres encuentros en línea luego de una campaña con inconsistencias que los llevó a caer ante Jets, por ejemplo. En tres de los últimos cuatro partidos Ben Roethlisberger ha lanzado pases para más de 350 yardas mientras que Le’Veon Bell ha hallado suficientes huecos para avanzar 1.341 yardas y ser segundo en esa categoría en la liga.

¿EL MENOS MALO?
En Atlanta, los Falcons parecen favoritos en el duelo definitivo por la cima del Sur de la Nacional. Su quarterback Matt Ryan ha respondido a su papel de líder de la escuadra y actualmente es el quinto mejor en su posición en la NFL con 4.434 yardas acumuladas por pase con 28 touchdowns, pero su defensa es la peor de la liga pese a que fue reforzada para mantener al equipo en la contienda.
Las 404 yardas en promedio que permiten cada juego explican la marca de la escuadra. La única razón por la que sigan en la lucha es el pésimo desempeño de los otros integrantes de la división. Tan así que de sus últimos seis partidos sólo han ganado cuatro, pero éstos se combinaron con el derrumbe de Santos y la errática campaña de Carolina.

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