Aplacan al Madrid Jiménez banquea

MADRID, Esp.

‘Atleti’se impone en el juego de ida de los octavos de final en la Copa del Rey.
Atlético de Madrid dio un golpe de autoridad en su estadio, el Vicente Calderón, para superar 2-0 a un Real Madrid que se fue inédito en el cotejo de ida de los octavos de final en la Copa del Rey.
Al minuto 58 un penal, cometido por Sergio Ramos y ejecutado por Raúl García, encaminó la gloria rojiblanca” frente a los vigentes campeones y para el 76, el uruguayo José María Giménez sepultó toda esperanza de sus rivales con su remate de cabeza en jugada de tiro de esquina.
Ante la carga de trabajo, los merengues” salieron al campo sin su estrella, el ariete portugués Cristiano Ronaldo, presente en la banca, y durante los primeros minutos su ausencia poco se notó.
Nada más inició el juego, el propio Ramos soltó un testarazo a partir de un córner que el guardameta esloveno Jan Oblak sacó con espectacular reacción sobre la línea de gol.
Un tiro libre cobrado en el minuto 14 propició el cabezazo del galés Gareth Bale que venció al arquero, no obstante, la diana fue anulada por fuera de lugar.
Ante la confusión de la indicación del cuerpo arbitral, los colchoneros” aprovecharon para desplegar banderas hasta que el francés Antoine Griezmann disparó con potencia para obligar una máxima estirada del cancerbero” costarricense Keylor Navas, quien rechazó con las yemas.
Fue ese contragolpe con el cual el Atleti” despertó para provocar un ida y vuelta intenso, y al 22 el galo de nuevo levantó al público de sus asientos al presionar a su compatriota Raphael Varane, quien se recuperó de gran manera de su error y le sacó con pulcritud el esférico.
Otro que mostró gran ímpetu en el primer tiempo fue Fernando Torres, pero tantas eran sus ganas de volver a celebrar en el Calderón que se la pasó entre marcaciones de falta o de fuera de lugar a lo largo de los 60 minutos en que participó.
Los pupilos del italiano Carlo Ancelotti contestaron al 36 por conducto del alemán Sami Khedira, quien mandó un cabezazo apenas arriba del larguero, la última de peligro antes del descanso.
Al regreso, una nueva muestra de poderío por ambos bandos, primero los locales con Griezmann y después el Madrid con una falla de Bale, que cruzó demasiado su disparo tras haber dejado en el camino a un par de enemigos.