Rommel y Jahir, con manos vacías

Río de Janeiro.
Terminan quintos en la competencia de sincronizados en trampolín.
La primera presea para México en los Juegos Olímpicos de Río tendrá que seguir esperando. Los clavadistas Jahir Ocampo y Rommel Pacheco terminaron el miércoles en el quinto puesto de los sincronizados desde el trampolín de tres metros, una de las principales apuestas de la delegación azteca para figurar en el medallero.
“Me hubiera encantado ganar una medalla más que a ustedes (los periodistas) más que a cualquier mexicano, pero no se pudo y no queda ni llorar”, dijo Pacheco al final de la prueba. “Así es el deporte, quizá no seré medallista olímpico, pero el interés y las ganas no van a faltar”.
Ocampo y Pacheco, quienes ocupan el sexto puesto en las clasificaciones mundiales de la FINA, terminaron con 405.30 puntos en la prueba, ganada por los británicos Jack Laugher y Chris Mears con 454.32. La plata se la quedaron los estadounidenses Sam Dorman Mike Hixon con 450.21 y el bronce fue para los chinos Yuan Cao y Kai Qin con 443.70.
Los clavados, la disciplina que más medallas le ha dado a México en su historia olímpica con 13, no han redituado buenos dividendos en Río. Concluidas las primeras cuatro pruebas, todas de sincronizados, la delegación mexicana de la especialidad tiene un redondo cero en preseas.
Su mejor actuación fue en la plataforma de hombres, donde Germán Sánchez e Iván García ocuparon la quinta casilla, pero nunca estuvieron en la pelea por las medallas durante la prueba. Paola Espinosa y Alejandra Orozco fueron sextas, también en plataforma.
“He dado todo de mí y espero tener la fortuna de ser medallista y si no lo logro, que digan lo que digan (los críticos) pero yo sé el esfuerzo y trabajo que he puesto”, añadió Pacheco. “¿Qué mexicano no quisiera que ganáramos?, pero a veces se puede y a veces no, todos los que estamos acá le ponemos ganas para poner en alto el nombre de México”.