El Diario de SonoraNogales, Son
Se nos fueron rápido tres años de tu ausencia mi estimado Mario Álvarez. La madrugada del 15 de febrero del 2015 nos recibió con la sorpresa de que no estabas más aquí.
Nuestra sala de redacción en El Diario de Sonora se ensombreció y como sin querer la cosa, los días, semanas, meses y ahora años, nos han ayudado a sobrellevar la tragedia de esas horas.
Pero a más de mil días de que nos dejaste aún alguien dice tu nombre, recuerda tus ocurrencias, imita tu tono de voz o simplemente recuerda la infinidad de anécdotas que nos dejaste para comentar y volver a reírnos.
Nos hemos acostumbrado a que no estás más, a que sólo podemos ver tus fotos en Facebook, esas con exponentes de la lucha libre que tanto te apasionaba y que Desde Arriba debes de gozar aún.
A fin de cuentas, nos perdemos en el remanso de la rutina, de las carreras diarias por la edición. Nuevos compañeros se enteran de los días en los que ocupabas tu escritorio gracias a los recuerdos que nos dejaste.
Tres años sin ti se fueron pronto, pero cada vez que paso por tu escritorio parece que te miro. Cada vez que llego creo que veré tu moto y cada vez que acudo a un campo imagino que estarás por ahí con tu inseparable cámara.
Sigues aquí mi apreciado Mario.
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