Ian Poulter y Mark Hubbard pusieron el ejemplo, con buenos marcadores, bajo una lluvia fugaz en Hilton Head.
Jordan Spieth se mostró gratamente sorprendido por incorporarse a la caza del primer puesto el jueves, en el torneo RBC Heritage.
Poulter embocó un putt de 30 pies para birdie en el hoyo 17. Finalizó con un golpe destacado de cuatro pies con el hierro cinco, para otro birdie que coronó un recorrido de 64 impactos, siete debajo del par, en una ronda en que no incurrió en bogeys pero sí en algunas fallas.
El inglés tomó una ventaja de un golpe sobre el noruego Viktor Hovland, el colombiano Sebastián Muñoz y el local Michael Thompson, entre los golfistas que jugaron temprano.
Spieth no pensó que se insertaría en el grupo sino hasta que se recuperó de un triple bogey mediante ocho birdies para un marcador de 66.
Cuando había disputado apenas tres hoyos del certamen, el texano se paró bajo la sombra de una arboleda, justo frente al fairway del 12. Miró unas 20 yardas a la derecha, cuando su pelota impactó un pino, a unos pies de la línea que delimita el campo.
Spieth trató de entender cuál árbol había golpeado. No importaba mucho, el caso fue que debió hacer tres putts para el triple bogey.
Fue el tipo de pifia que Spieth ha cometido a menudo durante tres años sin victoria.
“De pronto, estoy tres arriba del par después de tres hoyos y veo que hay gente con dos bajo par luego de dos. No me sentí muy bien”, relató.
Se recuperó en el resto de la ronda.
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