Con dos goles de Karim Benzema y Marco Asensio, quien marcó en su primer juego de vuelta tras casi un año fuera por lesión, el club blanco sumó tres puntos en el Estadio Alfredo di Stéfano y se mantiene dos unidades por detrás del Barcelona en la clasificación general de LaLiga.
Dos equipos igualados, con debilidades defensivas. Cillessen evitó el primero de Hazard tras un pase dulce de Benzema, y respondió casi de inmediato Rodrigo con un tiro que Courtois desvió contra el palo tras una maniobra exquisita de Maxi Gómez en la medular.
A estas alturas queda claro que el VAR no evitará jamás la polémica. Anotó Rodrigo tras un servicio de Soler defendido reguleras por Varane. Sánchez Martínez concedió de primeras, pero en la revisión de toda jugada decisiva se descubrió a Maxi regresando de posicion irregular y tapando al central francés. El árbitro revisó a conciencia, esperó a la línea y decretó fuera de juego. Lo de siempre. Si no te dan la razón es un robo.
Más razón tenía Parejo al reclamar tarjeta de Casemiro. El brasileño acumuló cuatro faltas en 40’, alguna destemplada. Se libró de la amarilla. Y el Madrid del 0-1, con una gran parada de Courtois respondiendo a un disparo demoledor y lejano de Kondogbia, y un tapón a Ferran de Carvajal, el mejor extremo blanco. Y también un líbero oportuno.
No notó el Valencia los problemas para sacar el balón. Guillamón se apañó bien, Mangala disimuló, bien arropado por sus medios, y el Madrid no apretó por dentro, con Benzema en permanente caída a banda. Siempre busca a Hazard. Le encontró poco. Y como el segundo tiempo apuntaba los mismos síntomas del primero, Zidane mandó a calentar a Vinícius y Asensio, el otro fichaje de lujo para el Madrid.
Si en defensa el Valencia estaba notable, había desconectado con sus puntas. Celades relevó a Ferran y Maxi por Guedes y Gameiro. Puede que no se ajustaran de inicio, pero en una salida por derecha acudió Ramos al cruce, inmenso, sacó la conrta a Hazard, pivotó con Modric, metió en profundidad y el belga entregó el tanto, valiosísimo, a Benzema.
El Madrid se agigantó con el 1-0. Falló un gol clamoroso Hazard, que se creyó en fuera de juego. Le habilitaba Wass. Era incapaz del Valencia de tejer jugadas, incómodos con tanta presión. Al contrario que frente al Eibar, multiplicó su rendimiento en la segunda mitad.
En esas intervino Zidane, que es una bendición para el conjunto blanco. Metió a Asensio y retiró a Valverde, con el partido aún sin resolver. Le debieron pitar los oídos al francés. Qué hace.
Pierde control y llegada. Tardó 50 segundos en sonreír de oreja a oreja. Mendy rebasó a Wass como un extremo clásico, centró atrás y encontró el pie firme de Marco con su remate preciso, como en la final de la Champions ante la Juve. Sonrió feliz. El regreso soñado después de tantos meses de sufrimiento y trabajo.
El Valencia se despidió entonces del partido, sin haber tirado a portería en todo el segundo tiempo.
Poquísimo para lo que prometía en el primero. Entró Vinícius además para desbordar por velocidad y descaro. Quedó confirmado que lo del Eibar fue una siesta y no falta de pulmones. Quedaba tiempo para agrandar la diferencia. Entró Kang In y duró nada y menos. Se lió a patadas con Ramos y vio la roja.
Benzema dibujó un gol imponente, como Nureyev. Recibió una pelota elevada, danzó para controlar con la derecha y se elevó con gracia para volear de zurda. Un golazo para abrochar el triunfo que consolida la candidatura blanca a La Liga y que mete presión al Barça en su difícil cita con el Sevilla.
Facebook
Whatsapp
Linkedin
Pinterest