Nadia Podoroska acaba de hacer historia en el Abierto de Francia, como la primera mujer en la era abierta que supera la fase preliminar y alcanza las semifinales del torneo.
A la argentina le preguntaron si se animaba a pellizcarse para asegurarse que no estaba inmersa en un sueño: “No. Es que no quiero despertarme”, replicó tras despachar el martes 6-2, 6-4 a la tercera preclasificada Elina Svitolina.
También le pidieron si quería ver una final Rafael Nadal-Novak Djokovic en el cuadro masculino.
Podoroska respondió sin chistar: “No, yo no quiero eso. El que va a estar en la final es Diego Schwartzman”, dijo entre risas.
Schwartzman quedó más cerca de cumplirle el deseo.
Después de un trámite de algo más de 5 horas, Schwartzman alcanzó por primera vez en su carrera una semifinal de Grand Slam en sencillos. El 12do preclasificado tuvo que sufrir lo indecible para lograrlo, imponiéndose sobre Dominic Thiem, el reciente campeón del Abierto de Estados Unidos y finalista de las dos ediciones previas del Grand Slam francés.
La mano le tembló varias veces a Schwartzman, dejando escapar oportunidades para llevarse el segundo y tercer sets. Casi dejó escapar el cuarto y se encontró a dos puntos de la derrotas en tres ocasiones, pero sacó a relucir su temple, barriendo los últimos cuatro juegos para cantar victoria.
“Lo hemos dejado todo”, dijo Thiem, muy amigo de Schwartzman. “En el tenis tenis sólo puede haber un ganador y un perder. Pese a sentirme muy decepcionado, me alegro mucho por él”.
Schwartzman pudo haberlo sentenciado mucho antes, ya que estuvo a dos puntos de llevarse el segundo set y luego a uno del tercero. Pero su rival austríaco siempre respondió y avistó el triunfo cuando se puso arriba 6-5 en el cuarto y nuevamente en el desempate de ese parcial.
“Estoy desquiciado”, bramó en pleno partido en dirección a sus acompañants en la grada.
Schwartzman quebró servicio para adelantarse 4-2 en el quinto, con Thiem capitulando con un par de “drop shots” que depositó en la red.
A sus 28 años, quedará entre los primeros diez del ránking por primera vez tras su victoria. También se convirtió en el décimo varón argentino que alcanza las semifinales de un grande y el primero desde Juan Martín del Potro en el US Open de 2018.
“Todo esto es impensado, pero estoy muy feliz”, afirmó. “Tengo muchas cosas para emocionarme”
Fue la culminación de un día de ensueño para el tenis argentino en la tierra batida de París, algo que hizo recordar el fantástico torneo de 2004.
Aquella fue la edición en la que tres varones argentinos fueron semifinalistas, así como Paola Suárez en mujeres. En lo que fue una final albiceleste, Gastón Gaudio acabó consagrándose campeón tras vencer a su compatriota Guillermo Coria, luego de haber cedido los primeros dos sets.
“Sé que hay mucha gente en Argentina viendo mis partidos, siguiéndome. Quiero agradecer enormemente”, dijo Podoroska a pie de cancha del estadio principal Phillippe Chatrier. “Argentina está pasando un momento difícil por la pandemia. Es un honor darle esta alegría”.
Número 131 del mundo, Podoroska jugó agresiva de principio a fin. Definió su tercera bola de partido con un winner cruzado, rompiéndole el saque a Svitolina por octava ocasión.
Culminada la obra, Podoroska soltó su raqueta por los aires, inclinó la cabeza hacia atrás y apretó los puños.
“Me cuesta decir algo ahora. Gracias a todos por el aliento. Estoy muy feliz”, declaró ante el puñado de espectadores en la cancha principal Philippe Chatrier.
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