CLEVELAND (AP) — Vecinos en el norte de Estados Unidos y rivales más bien amigables en la División Central de la Liga Americana, Detroit y Cleveland se han enfrentado 2.326 veces desde su primer juego, el 3 de mayo de 1901.
Y en 123 años, jamás habían chocado en la postemporada. Este sábado llegará su primer enfrentamiento.
“Éste no será mi más grande viaje en la historia de los playoffs”, dijo en broma A.J. Hinch, manager de los Tigres, en referencia al vuelo corto sobre el Lago Erie. “Se trata de dos ciudades orgullosas en una zona maravillosa del país, más en el verano que en el invierno. Van a ver estadios llenos en las dos ciudades. Eso es bueno para el béisbol”.
Bienvenidos a la Serie de la Sorpresa.
Tres clubes de la División Central siguen con vida, incluidos estos dos. El tercero es Kansas City, que chocará con los adinerados Yankees de Nueva York.
Los Tigres y los Guardianes, que llegaron a 2024 con expectativas más bien modestas, disputarán el primer juego de la serie divisional en el Progressive Field. Hace apenas unas semanas, este duelo parecía muy improbable.
El abridor de Cleveland será Tanner Bibee, mientras que Hinch decidió colocar en el montículo de inicio a Tyler Holton, antes de ceder la responsabilidad al bullpen y desatar el “caos de pitcheo”, como ha bautizado la estrategia que permitió a Detroit repuntar en la temporada.
A finales de julio, cuando los Tigres visitaron por última vez el Progressive Field para una serie, estaban cinco juegos debajo de .500. Se ubicaban a 14 de Cleveland, el líder de la división, y estaban a punto de pactar varios canjes que parecían una claudicación.
Desde fuera, el panorama parecía desolador.
Pero los Tigres tenían confianza en su plantel. Energizados por algunos peloteros de las menores y gracias a que algunos jugadores clave permanecieron saludables, se convirtieron en el equipo más enrachado de las mayores —y en el más peligroso.
Detroit tuvo un registro de 31-13 en la recta final para obtener un pasaje a los playoffs, antes de barrer a Houston, campeón de la División Oeste y anfitrión de la serie de comodines, para seguir adelante.
En cambio, los Guardianes pasaron la semana descansando luego de obtener inesperadamente el segundo sitio de la Americana.Si bien el resto de las Grandes Ligas puede haberse sorprendido por el cierre de campaña de Detroit, los peloteros de Cleveland sabían que los Tigres tenían capacidad. Los Guardianes ganaron por 7-6 su serie de duelos de la campaña ante Detroit, que sin embargo los superó en el acumulado de carreras en esos duelos.
“Ellos jugaron duro contra nosotros todo el año, y nosotros hablábamos de cuán bueno era aquel equipo”, comentó el cátcher Austin Hedged. “El irnos 7-6 contra ellos, particularmente en una época del año en que estábamos dominando a todos, nos mostró que eran muy complicados. Sabíamos lo buenos que eran. Simplemente no estaban resolviendo algunos juegos. Cuando comenzaron a hacerlo, se notó”.