El Celta de Vigo, con la ilusión de dar la sorpresa ante el gigante merengue, se plantó en el terreno de juego con la intención de llevarse los tres puntos.
El Real Madrid, por su parte, llegaba con la presión de mantener su imbatibilidad y seguir la estela del Barcelona en la cima de la tabla. Y el partido no decepcionó. Fue un choque de titanes, donde cada balón disputado se convirtió en una batalla campal.
La primera estocada la dio el nuevo fichaje del Real Madrid, Kylian Mbappé, con un derechazo desde fuera del área que dejó sin reacción a la defensa local. El gol del francés, su sexto en liga y octavo en la temporada, fue el resultado de un juego inteligente y una definición magistral.
La alegría madridista, sin embargo, sería efímera. El Celta, con el apoyo de su afición, encontró el empate a través de Williot Swedberg, quien aprovechó un centro de Óscar Mingueza para poner el 1-1.
La segunda mitad se convirtió en un intercambio de golpes, un ida y vuelta constante en busca de la victoria. Finalmente, Vinícius Júnior, tras recibir un pase de Luka Modric, definió con categoría para sellar el 2-1 definitivo.
Este triunfo dejó al Real Madrid en la segunda posición con 24 puntos, empatado con el Barcelona, que aún tiene que jugar su partido. La victoria también extendió la racha de los merengues a 42 jornadas sin perder, a solo una de igualar el récord histórico del Barcelona.
El Celta de Vigo, por su parte, se quedó en la décima posición con 13 puntos. La próxima semana, en el Bernabéu, se vivirá el Clásico, un partido que podría marcar el futuro de la liga.