La victoria extendió la racha ganadora de los Ravens a cinco juegos, consolidando su posición en la cima de la AFC Norte.
El encuentro estuvo marcado por un inicio arrollador de los Buccaneers, quienes tomaron una ventaja de 10-0 gracias a la recepción de touchdown número 100 en la carrera de Mike Evans. Sin embargo, la alegría de los Buccaneers se vio truncada por las lesiones de sus dos principales receptores, Mike Evans y Chris Godwin. Evans abandonó el campo en el segundo cuarto con una lesión en el tendón de la corva, mientras que Godwin sufrió una lesión en el tobillo izquierdo al final del último cuarto.
La salida de Evans y Godwin abrió una ventana de oportunidad para Lamar Jackson y los Ravens, quienes aprovecharon al máximo su ausencia. Jackson, quien sigue teniendo un registro excepcional contra los equipos de la NFC (23-1), lideró a los Ravens con 281 yardas aéreas y cinco pases de touchdown. Sus pases de touchdown fueron dirigidos a Mark Andrews (dos touchdowns), Rashod Bateman, Justice Hill y Derrick Henry, quien también destacó en el juego terrestre con 169 yardas en 15 acarreos.
La defensa de los Ravens, inicialmente superada por la ofensiva de los Buccaneers, reaccionó con fuerza en el segundo cuarto gracias a las dos intercepciones del esquinero Marlon Humphrey, una de ellas en la zona de anotación de Baltimore. La recuperación de la defensa de los Ravens fue crucial para el triunfo final.
La victoria de los Ravens sobre los Buccaneers demostró la capacidad de Lamar Jackson para liderar a su equipo a la victoria, incluso en momentos difíciles. Los Ravens, ahora con un récord de 5-2, se preparan para enfrentar a los Bengals de Cincinnati en un emocionante duelo divisional.