Freddie Freeman, el temible bateador de los Dodgers de Los Ángeles, se encargó de poner a prueba la paciencia de los fanáticos neoyorquinos al conectar su sexto jonrón consecutivo en la Serie Mundial. Este golpe puso a los Dodgers arriba en el marcador y parecía sellar el destino de los Yanquis. Sin embargo, el destino tenía otros planes para el equipo de Nueva York.
Anthony Volpe, un joven jugador de los Yanquis, se convirtió en el héroe de la noche al conectar un grand slam en el tercer inning. Este golpe volteó la pizarra y llenó de júbilo a los fanáticos que habían perdido la esperanza. La victoria de los Yanquis por 11-4 no solo les permitió evitar una barrida en la Serie Mundial, sino que también les brindó la oportunidad de extender la batalla por el título.
* Volpe, Wells y Verdugo, jugadores de la parte baja de la alineación de los Yanquis, fueron los responsables de la mayor parte de las carreras del equipo.- Los relevistas de los Yanquis, liderados por Tim Hill, Clay Holmes y Mark Leiter Jr., se encargaron de controlar a los bateadores de los Dodgers en las últimas entradas.
La Serie Mundial sigue su curso, y solo el tiempo dirá si los Yanquis podrán completar la remontada más improbable de la historia.