Incendio y amenaza de bomba paralizan inicio del Oktoberfest en Múnich

Según la policía local, el detonante habría sido un conflicto familiar. “Las investigaciones preliminares apuntan a una disputa interna, relacionada con la paternidad de su hija”, declaró Joachim Herrmann, ministro del Interior de Baviera. Entre los escombros de la casa incendiada, ubicada al norte de la ciudad, se encontraron artefactos explosivos caseros y restos de lo que sería el padre del sospechoso. Su madre (81) y su hija (21) fueron hospitalizadas con heridas graves.

Pero el giro llegó cuando las autoridades hallaron una nota manuscrita vinculando al sujeto con una amenaza de bomba dirigida al Oktoberfest. “Tuvimos que actuar rápido. No podíamos arriesgarnos a abrir el recinto sin antes descartar peligro”, explicó Christian Huber, subjefe de la policía muniquesa. Durante horas, equipos antibombas y perros rastreadores revisaron cada rincón de la Theresienwiese, sede del festival.

• 500 oficiales participaron en el operativo.
• El cierre preventivo afectó a miles de visitantes que esperaban el inicio del evento.
• Hacia las 17:30 horas, tras confirmarse que no había riesgo, las puertas se abrieron.

La sombra de ataques pasados planeó sobre la decisión. En 1980, un atentado de extrema derecha dejó 13 muertos en el festival. Esta vez, sin embargo, las autoridades descartaron móviles políticos. “Fue un caso aislado, dramático, pero sin conexión con terrorismo”, insistió Herrmann. Mientras los primeros visitantes brindaban con jarras de cerveza, en el norte de Múnich seguían los trabajos para recuperar el cuerpo del padre del sospechoso, aún atrapado entre los escombros humeantes

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