Klopp, conocido por su pasión y lealtad a sus exequipos, el Mainz y el Borussia Dortmund, ha asegurado que su intención no era ofender a nadie. “No quería ofender a nadie, definitivamente no, y personalmente amo a todos mis exequipos”, dijo Klopp en una entrevista reciente. Sin embargo, para muchos fanáticos, la decisión de Klopp de unirse a Red Bull es un golpe duro.
La compañía de bebidas energéticas, conocida por su agresiva estrategia de inversión en el fútbol, ha sido objeto de críticas por parte de los aficionados que la perciben como una amenaza al fútbol tradicional. En particular, el RB Leipzig, el equipo alemán propiedad de Red Bull, ha sido blanco de críticas por parte de los fanáticos de equipos como el Borussia Dortmund.
Los seguidores del Dortmund, uno de los equipos más populares de Alemania, han expresado su decepción y desaprobación por la decisión de Klopp. Incluso los fanáticos del Mainz, donde Klopp inició su carrera como entrenador, han mostrado su descontento. Este mes, desplegaron pancartas cuestionando la decisión de Klopp y preguntándose si "estaba loco".
A pesar de la controversia, Klopp ha defendido su decisión argumentando que Red Bull ha tenido un papel importante en el desarrollo del fútbol en Alemania Oriental. "Siempre tuve la sensación de que el entrenador es la persona más solitaria del club", dijo Klopp, quien considera su nuevo rol como un "asesor" que trabajará junto a los entrenadores de los equipos de Red Bull.
Sin embargo, la decisión de Klopp sigue siendo un tema de debate entre los aficionados, quienes se preguntan si la leyenda del fútbol ha traicionado su legado al unirse a una compañía que ha sido criticada por su impacto en el fútbol.