Y sí, las emociones estuvieron presentes, pero no de la manera que los Raiders esperaban.
Los Bengalíes, liderados por Joe Burrow, quien igualó una marca personal en su carrera con cinco pases de touchdown, demostraron su poderío ofensivo. Chase Brown, con 27 acarreos, la mayor cantidad de su carrera, superó la defensa de los Raiders, acumulando 120 yardas terrestres y estableciendo un nuevo récord.
Los Raiders, por su parte, se vieron envueltos en una serie de errores que permitieron a los Bengals mantener viva la ofensiva. Gardner Minshew, quarterback de los Raiders, cometió un error crucial al soltar el balón en el tercer periodo, que terminó en una anotación de 10 yardas de Mike Gesicki, quien también logró 100 yardas de recepción.
La victoria de los Bengals se convirtió en una paliza de 41-17, dejando claro que la temporada de Cincinnati no ha terminado. La ofensiva liderada por Burrow y la solidez de Brown marcaron la diferencia, dejando a los Raiders en una situación complicada.