Aunque los Bucks lucharon con uñas y dientes, la victoria de los Celtics demostró que su poderío no se limita a una sola estrella.
Antetokounmpo, como siempre, fue una fuerza imparable, logrando un impresionante total de 43 puntos, un nuevo récord en la temporada para los Bucks. Sin embargo, incluso su excepcional desempeño no fue suficiente para evitar la derrota ante unos Celtics que parecían imparables en la segunda mitad.
Tatum, con 31 puntos, 12 rebotes y 6 asistencias, lideró la remontada de Boston. El pívot Pritchard, con 18 puntos, fue la clave en la primera mitad, manteniendo a los Celtics en la pelea. Brown, a su regreso, aportó 14 puntos y demostró que su energía es un factor fundamental para el éxito del equipo.
La derrota de los Bucks, su octava en los últimos nueve partidos, deja claro que la temporada no está saliendo como esperaban. Mientras tanto, los Celtics se fortalecen, mostrando un equipo lleno de talento y determinación.