Con el tiempo casi agotado, un penalti se convirtió en el salvavidas de Hungría, que logró un empate crucial.
Dominik Szoboszlai fue el encargado de ejecutar la pena máxima, que llegó tras un rebote desafortunado en el área. El zaguero Robin Koch de Alemania, al intentar despejar, tocó el balón con el brazo, lo que llevó a la revisión del VAR. Szoboszlai, con gran temple, picó el balón ante el portero Alexander Nübel, sellando el 1-1 y asegurando que Hungría mantuviera su racha invicta en casa, que ahora se extiende a 13 partidos desde junio de 2022.
Este empate no solo fue un golpe para Alemania, que ya tenía asegurado su lugar en los cuartos de final, sino que también reafirmó la posición de Hungría como uno de los equipos más difíciles de enfrentar en el fútbol actual. Con este resultado, Hungría finalizó en la tercera posición del Grupo A3.
En otros encuentros, la selección de Holanda también vivió un momento de tensión al empatar 1-1 con Bosnia-Herzegovina. A pesar de que el equipo dirigido por Ronald Koeman había tenido un año lleno de altibajos, este empate cerró un ciclo que incluyó su regreso a las semifinales de un torneo importante tras 14 años. El gol de Brian Brobbey fue un destello de esperanza, aunque Ermedin Demirovic igualó el marcador para Bosnia.
Por otro lado, Suecia se despachó con una impresionante victoria de 6-0 sobre Azerbaiyán, destacando la actuación estelar de Viktor Gyökeres, quien anotó cuatro goles y se coronó como el máximo goleador de la fase de grupos con un total de nueve tantos. Su compañero Dejan Kulusevski también brilló, anotando dos goles después de un largo periodo sin marcar.
Finalmente, Gales y la República Checa celebraron su ascenso a la máxima categoría de la Liga de Naciones, con Gales logrando una victoria contundente de 4-1 sobre Islandia y la República Checa superando a Georgia 2-1. Con el sorteo de los cuartos de final programado para el viernes en Suiza, la emoción por lo que está por venir en el torneo es palpable.