“Definitivamente no estoy contento con ello”, expresó Jones, quien se mostró visiblemente afectado al leer una declaración de 90 segundos antes de interactuar con los medios. A pesar de la difícil situación, el quarterback se atribuyó el mérito de haber llevado a los Giants a los playoffs durante su tiempo como titular, un logro que considera significativo en su trayectoria.
La decisión del entrenador Brian Daboll de sentar a Jones se produjo después de una racha de resultados desfavorables, con el equipo acumulando un récord de 2-8. En su lugar, Tommy DeVito tomará las riendas del equipo en el próximo partido contra los Buccaneers de Tampa Bay, con la esperanza de revitalizar la dinámica del grupo.
Jones, quien ha sido un pilar del equipo desde su llegada, reconoció que los Giants le han ofrecido la opción de dejar el equipo, pero su deseo es permanecer y contribuir al desarrollo de DeVito. “Quiero ayudar a que se prepare esta semana”, afirmó, mientras reflexionaba sobre su futuro en la NFL.
Con un contrato de cuatro años y 160 millones de dólares, Jones enfrenta un panorama incierto. La próxima temporada incluye una garantía de 23 millones de dólares que se activará en caso de una lesión. “Tengo la garantía por lesión”, comentó, aludiendo a su limitada participación en las jugadas desde su relegación.
Durante su intervención, Jones se mostró agradecido por el apoyo de sus compañeros, como el receptor Darius Slayton y el tackle defensivo Dexter Lawrence, quienes aún lo consideran el mejor quarterback del equipo. “Ha habido momentos grandiosos. Pero, por supuesto, todos deseamos que hubiera habido más de esos”, reflexionó.
Asumiendo la responsabilidad por el desempeño del equipo, Jones calificó la temporada 2024 como decepcionante. “Amo este deporte. Me encanta ser parte de un equipo. Estoy emocionado por la próxima oportunidad”, concluyó, dejando entrever su determinación de seguir adelante en su carrera.