Botafogo de Brasil se coronó campeón de la Copa Libertadores después de vencer al Atlético Mineiro en una final emocionante. A pesar de jugar con diez jugadores durante la mayoría del partido, el equipo logró imponerse con un marcador de 3-1.
Los goles fueron anotados por Luiz Hernique, elegido la figura del partido, Alex Telles, de penal, y Júnior Santos. La victoria puso fin a una sequía de 30 años sin títulos para Botafogo, que no había ganado un trofeo desde la liga brasileña en 1995.
El técnico portugués Artur Jorge destacó la hazaña de su equipo, calificándola de "victoria épica" y "probablemente la más épica de una final de Libertadores". La victoria también extendió la hegemonía brasileña en el torneo continental desde 2019.
El zaguero argentino Alexander Barboza destacó la importancia de la victoria, afirmando que "hoy hicimos historia y eso no se borra". El enlace del seleccionado Albiceleste, Thiago Almada, también expresó su emoción después del partido, declarando que "es una alegría enorme salir campeón de América y acá en Argentina".
La final no estuvo exenta de polémica, ya que el árbitro argentino Facundo Tello sancionó con roja directa al jugador Gregore por una infracción violenta en el círculo central. A pesar de esto, el equipo logró sobreponerse y llevarse el título.
La planificación del técnico argentino Gabriel Milito no dio en la tecla, y su equipo no pudo sacar provecho de la situación. Sin embargo, la victoria de Botafogo es un logro histórico que será recordado por mucho tiempo.