Esta semana, esa incertidumbre se centra en un nombre que resuena con fuerza en Kansas City y más allá: Patrick Mahomes.
Una fuente cercana al equipo, que habló con la Associated Press bajo condición de anonimato, debido a la falta de comunicados oficiales por parte de los Chiefs, reveló detalles preocupantes sobre la salud del mariscal de campo. Resulta que el estelar jugador sufrió más de lo que se vio a simple vista el domingo pasado. Las pruebas adicionales confirmaron un esguince alto de tobillo.
El incidente ocurrió durante el último cuarto del encuentro contra los Browns, cuando el tobillo de Mahomes quedó atrapado tras una fuerte tacleada de Dalvin Tomlinson. El quarterback, visiblemente afectado, se retiró cojeando del campo, dejando su lugar a Carson Wentz quien terminó el juego. "Habría jugado si los Browns se hubieran acercado más en el marcador", aseguró Mahomes posteriormente, demostrando su incuestionable entrega al equipo.
Esta no es la primera vez que Mahomes se enfrenta a una lesión de tobillo. De hecho, tiene un historial que incluye un esguince similar contra Jacksonville en 2019. Sin embargo, la más recordada por los aficionados fue la sufrida en los playoffs de 2023, donde, a pesar del dolor, lideró a los Chiefs a la victoria en la ronda divisional contra los Jaguars, el triunfo sobre Cincinnati por el título de la AFC y, finalmente, la conquista del Super Bowl contra Philadelphia.
La interrogante que flota en el ambiente es su participación en el encuentro del sábado contra los Texans. Los Chiefs no ofrecieron su reporte de lesiones habitual el lunes, pero retomarán los entrenamientos el martes. Será entonces cuando se tenga una idea más clara de la gravedad de la lesión y la posibilidad de ver a Mahomes bajo centro una vez más. La afición, con la respiración contenida, espera noticias oficiales.
Mientras tanto, la especulación sigue a la orden del día. La posibilidad de ver a Wentz de nuevo como titular o la apuesta por darle un tiempo de descanso al MVP es un debate que se extiende por las redes sociales y los diversos medios de comunicación, generando un clima de expectativa que no hará más que aumentar hasta el próximo reporte oficial.