Una noche donde la victoria se disputó hasta el último segundo, dejando a los aficionados al borde de sus asientos.
El resultado final: una contundente victoria de los Pistons de Detroit sobre los Suns de Phoenix con un marcador de 133-125. Pero la historia tras los números es aún más fascinante. El liderazgo de Cade Cunningham fue indiscutible, con una actuación excepcional de 28 puntos y 13 asistencias. Su sinergia con Jalen Duren, quien aportó 17 puntos y 11 rebotes, fue fundamental para la victoria.
Los Pistons demostraron una superioridad notable durante gran parte del encuentro, manteniendo el control del juego desde los primeros minutos. Sin embargo, la reacción de los Suns, liderada por un Kevin Durant en estado de gracia, con una marca personal de 43 puntos (14 de 26 en tiros y 11/11 en tiros libres), mantuvo la tensión hasta el pitido final. La aportación de Bradley Beal, con 26 puntos, tampoco pasó desapercibida. A pesar de su esfuerzo, las 19 pérdidas de balón de los Suns resultaron ser un obstáculo insalvable.
La victoria de Detroit fue un esfuerzo colectivo. Siete jugadores de los Pistons superaron la barrera de los diez puntos, destacando la actuación de Jaden Ivey (20 puntos), Malik Beasley (18 puntos) y Tim Hardaway Jr. (16 puntos). El primer cuarto fue especialmente dominante para los Pistons, quienes lograron una ventaja de 41-26, aprovechando siete pérdidas de balón de Phoenix para anotar 16 puntos fáciles.
Cabe destacar la ausencia de Devin Booker en la alineación de los Suns, ausente debido a un dolor en la ingle izquierda. Este partido marcó su primera ausencia de la temporada. “Fue una noche de contrastes, donde la juventud y la experiencia se enfrentaron en una batalla épica”, comentó un analista deportivo después del encuentro.
Los Pistons se enfrentarán a Los Angeles Lakers el lunes, mientras que los Suns se medirán a los Denver Nuggets en el mismo día. Un nuevo capítulo en la emocionante temporada de la NBA está a punto de comenzar.