Un ambiente inusual que reflejaba, de alguna manera, el desarrollo inesperado del encuentro.
En el centro de la escena, Josh Allen, quarterback de los Bills, ofreció una demostración de eficiencia y poder. No se trató de una exhibición de estadísticas exorbitantes, sino de una actuación precisa y contundente, que definió el rumbo del partido. Su rendimiento no solo selló la segunda posición de la AFC para Buffalo, sino que también marcó un hito en su carrera.
Con dos pases de anotación, uno de 30 yardas para Amari Cooper y otro de 14 yardas para Keon Coleman, Allen sumó su actuación número 64 con dos o más touchdowns en una temporada, igualando a la leyenda "Peyton Manning" en el tercer lugar de la lista de la NFL. Un logro notable considerando que recién comienza su séptima temporada.
Pero la victoria no se limitó a los pases de Allen. Su carrera de una yarda para touchdown, su número 65, igualó el récord del equipo previamente establecido por "Thurman Thomas". Y para coronar una tarde memorable para el equipo, Mitchell Trubisky, ingresando como suplente, sumó un touchdown de 69 yardas con un pase a Tyrell Shavers, un jugador del equipo de práctica. Los Bills, con un marcador final de 40-14, demostraron una superioridad contundente.
Por el lado de los Jets, la situación fue diametralmente opuesta. Aaron Rodgers, quien buscaba alcanzar las 500 yardas de pase para touchdown en su carrera, sufrió un día para olvidar. Fue interceptado dos veces, capturado en cuatro ocasiones y, finalmente, reemplazado por Tyrod Taylor. La falta de disciplina del equipo se hizo evidente con 16 penalizaciones por 120 yardas, un reflejo de la frustración y el desorden que reinó en su juego. "Fue un desastre", resumió un periodista en las redes sociales. La racha sin playoffs de los Jets continúa, extendiéndose a 14 temporadas.
En resumen, la contundente victoria de los Bills sobre los Jets mostró la diferencia entre un equipo sólido y bien dirigido, y otro que lucha con la inconsistencia y la falta de disciplina. Los 13-3 de Buffalo en la temporada, igualando un récord de franquicia, auguran una esperanzadora postemporada.