El rugir de la multitud era ensordecedor, una sinfonía de gritos y aplausos que anticipaban una tarde llena de emociones.
Pero la atención inicial no se centró en la victoria aplastante de los Eagles (41-7) sobre los Cowboys, ni siquiera en el desempeño brillante de Saquon Barkley, quien alcanzó las 2,005 yardas terrestres en la temporada, superando la marca de las 2,000 y estableciendo un nuevo récord de la NFL para la mayor cantidad de yardas corridas en la primera temporada de un jugador con un nuevo equipo. Su actuación, que incluyó una carrera de 23 yardas, eclipsó incluso el drama que rodeaba a la posición de quarterback.
La lesión de Jalen Hurts, aún en el protocolo de conmoción cerebral de la NFL, abrió la puerta para Kenny Pickett, quien tuvo su primera titularidad. “Recuerdo grandes recuerdos de ir a los juegos con mi padre y mi abuelo desde que tenía 5 años,” comentó Pickett, un fanático de toda la vida de los Eagles, acerca de su debut. Su emoción, palpable en el campo, se vio truncada por una lesión en las costillas tras un golpe del ala defensiva Micah Parsons en el tercer cuarto, cuando los Eagles ya iban ganando 24-7.
Pickett, quien llegó a Filadelfia procedente de Pittsburgh en la temporada baja, jugó con una protección extra bajo su camiseta debido a la lesión previa. A pesar del dolor, completó 10 de 15 pases para 143 yardas, antes de ser sustituido por Tanner McKee, el tercer quarterback en la lista.
McKee, a pesar de la inesperada oportunidad, respondió con creces. Lanzó dos pases de anotación, uno de 20 yardas a A.J. Brown y otro de 25 yardas a DeVonta Smith, sellando la victoria y el título de la división Este de la NFC para los Eagles. Con el triunfo asegurado, los Eagles se aseguraron, al menos, el segundo puesto en la Conferencia Nacional.
La victoria, sin embargo, dejó una interrogante en el aire: la condición de ambos quarterbacks para los playoffs. La posibilidad de que tanto Hurts como Pickett queden descartados abre la puerta a un escenario impredecible para los Eagles, quienes podrían depender de McKee en la postemporada. Barkley, por su parte, podría optar por descansar y evitar riesgos innecesarios en el último partido de la temporada regular, mientras se aproxima a superar el récord histórico de Eric Dickerson.
Los Eagles se encaminan a los playoffs con la satisfacción de asegurar el título divisional, dejando a un lado cualquier especulación sobre el futuro inmediato, enfocados en lo que vendrá.