Este año, el torneo se celebra en Arabia Saudí, un escenario exótico que añade un toque especial a la competición.
Y hablando de sorpresas, la Supercopa de Italia ya ha deparado su primer gran susto. El Inter de Milán, vigente campeón de la Serie A, se impuso con un contundente 2-0 al Atalanta, actual líder de la liga, en una semifinal cargada de tensión. Una victoria que consolida el dominio “nerazzurri” sobre su rival de Bérgamo, sumando así siete victorias consecutivas.
La figura del partido fue indiscutiblemente Denzel Dumfries. El jugador holandés firmó un doblete memorable: primero con una espectacular chilena, y luego con un preciso disparo desde larga distancia en un contragolpe letal. Su actuación eclipsó incluso las brillantes intervenciones del portero del Atalanta, Marco Carnesecchi, quien evitó una goleada mayor con varias atajadas de mérito.
Una decisión táctica del entrenador del Atalanta llamó la atención: dejar en el banquillo a tres jugadores clave como Ademola Lookman, Charles De Ketelaere y Ederson. Los tres ingresaron en la segunda mitad, con Ederson incluso anotando un gol que finalmente fue anulado por fuera de juego tras la revisión del VAR. Un golpe de efecto que finalmente no surtió el efecto deseado.
Cabe recordar que el Inter ya había goleado al Atalanta en dos ocasiones en la Serie A el año pasado, con un contundente 4-0 en cada encuentro (febrero y agosto). Este año, la lucha por el título está muy apretada; Atalanta y Nápoles aventajan al Inter por un punto, aunque los "nerazzurri" tienen un partido menos disputado. La única sombra de preocupación para el Inter fue la lesión de Marcus Thuram, quien tuvo que abandonar el campo en el descanso con una molestia en el muslo izquierdo.
La otra semifinal, entre Juventus y Milan, se jugará este viernes, marcando el debut de Sergio Conceicao como entrenador del Milan tras la salida de Paulo Fonseca. La final se disputará el lunes. Un fin de semana de fútbol italiano que promete emociones fuertes.