Este año, la tensión es aún mayor, con un evento de talla internacional en el horizonte.
En medio de esta vorágine deportiva, Mexicali se prepara para un acontecimiento sin precedentes. Después de 16 años de espera, la ciudad fronteriza volverá a ser la anfitriona de la Serie del Caribe. El presidente de las Águilas de Mexicali, Dio Murillo, ha confirmado que la ciudad está lista para recibir a los equipos participantes y a miles de fanáticos.
“Tenemos ya organizado esto desde hace tiempo y mientras más pasan los días más se intensifica todo, el tema de logística y la toma de decisiones,” comentó Murillo en una entrevista reciente. “Estamos contentos porque todo va por buen cauce, sentimos la responsabilidad de recibir a mucha gente y hay compromiso por mostrar al mundo nuestra hospitalidad”.
La última vez que Mexicali albergó la Serie del Caribe fue en 2009, un año que recuerda con orgullo la victoria de los Tigres de Aragua de Venezuela. Esta vez, sin embargo, la edición promete ser aún más memorable. Y no solo por la calidad del juego, sino por una inclusión histórica.
Por primera vez en la historia de la Serie del Caribe, un equipo japonés participará en el torneo. Tradicionalmente, el evento ha contado con la participación de equipos de Puerto Rico, Venezuela, República Dominicana y México, con apariciones ocasionales de otros países como Colombia o Cuba. Pero la solicitud de Japón a la Confederación de Béisbol para unirse a la justa, fue aceptada.
Según Murillo, “Me siento halagado con tenerlos porque Japón no es sólo una gran nación, sino que además destaca en el ramo beisbolero. Tenerlo ampliará a nivel mundial nuestra justa deportiva”.
Las Águilas de Mexicali, actualmente enfrentadas a los Charros de Jalisco en los playoffs, tienen la ambiciosa meta de representar a México en la Serie del Caribe y, por qué no, alzar la copa en su propia casa. Una tarea difícil, pero que encaran con la energía y la pasión característica del beisbol mexicano.
Para los fanáticos, esta edición promete ser un espectáculo inolvidable. La mezcla de talento local y la llegada del equipo japonés auguran un torneo lleno de emociones y momentos para la historia del beisbol en México.