Scherzer domina y Azulejos arrasan en Seattle para igualar la serie

Max Scherzer, con 41 años a cuestas, demostró que la edad es solo un número en su 500ª apertura en Grandes Ligas.
Desde el montículo, el tres veces ganador del Cy Young dejó claro por qué sigue siendo una leyenda: "No me sacas hasta que termine el trabajo", pareció decirle a su mánager John Schneider durante un tenso intercambio en la quinta entrada. Scherzer permitió solo dos carreras en 5.2 entradas, dominando con una curva que dejó mordiendo el polvo a seis bateadores, igualando su récord personal.
Andrés Giménez fue el verdugo silencioso. El venezolano conectó su segundo jonrón en dos días, un batazo de dos carreras contra Luis Castillo que encendió la chispa. No contento con eso, en la octava entrada remató la faena con un sencillo de dos carreras que se coló entre los guantes de los Marineros.
Mientras tanto, la defensa de Seattle se desmoronaba. Errores de lanzamiento, jugadas mal calculadas y relevistas que no encontraron respuestas ante la avalancha azul. George Springer aprovechó un wild pitch para anotar, y hasta el bullpen de los Marineros parecía extrañar la ferocidad que los llevó a esta serie.
Con el marcador 8-2, Toronto envió un mensaje claro: no piensan volver a casa sin el boleto a la Serie Mundial. Los números hablan por sí solos: 13 carreras en el juego 3, 8 en el 4, y una ofensiva que no da tregua. Mientras, Seattle deberá encontrar respuestas rápidas ante el abismo de la eliminación.