La vida cotidiana se ha visto interrumpida, no solo por la amenaza latente del fuego, sino también por sus consecuencias indirectas.
El epicentro de la crisis se encuentra en los devastadores incendios forestales que han arrasado con partes del área metropolitana, obligando a la evacuación de al menos 70,000 personas y causando la destrucción de más de 1,000 estructuras. Esta situación ha generado un efecto dominó, impactando en eventos deportivos de gran envergadura.
El partido de hockey entre los Kings de Los Ángeles y los Flames de Calgary, programado para el miércoles, fue pospuesto. “Nuestros corazones están con toda la comunidad de Los Ángeles,” declararon los Kings en un comunicado, expresando su gratitud a los cuerpos de emergencia y la liga por priorizar la seguridad.
El panorama deportivo no se detiene ahí. El partido de baloncesto entre Pepperdine y la Universidad de Portland, también programado para el jueves, fue pospuesto. Pepperdine, incluso, canceló clases y restringió el acceso a su campus.
La NBA, por su parte, mantiene por ahora en pie el encuentro entre los Lakers y los Hornets del jueves. Sin embargo, “estamos en comunicación con los Lakers y los Hornets y continuamos monitoreando de cerca la situación,” afirmó el portavoz de la NBA, Mike Bass. La incertidumbre permanece.
La NFL también está atenta. Los Rams, que se preparan para enfrentar a los Vikings en la ronda de comodines, tienen un plan de contingencia: en caso de ser necesario, el partido se trasladaría al State Farm Stadium en Glendale, Arizona.
La situación afecta incluso a los equipos en su preparación. Los Chargers modificaron sus horarios de entrenamiento para minimizar el tiempo de exposición al aire libre, debido a la mala calidad del aire, con índices por encima de los 150, considerados insalubres. Mientras, Greg Roman, coordinador ofensivo de los Chargers, reveló que su compañero, Sanjay Lal, vivió “una noche intensa” con su familia debido a los cortes de energía en su comunidad afectada por el fuego.
Más allá del ámbito deportivo, la tragedia impacta profundamente en la vida de personas como Kawhi Leonard, astro de los Clippers, quien abandonó al equipo temporalmente por razones personales relacionadas con la situación. “Definitivamente, hay que cuidar lo que ocurre en casa... Tiene mi apoyo al 100%,” comentó su entrenador, Tyronn Lue.
El incendio ha dejado una estela de dolor y destrucción, evidenciada por la pérdida de cinco vidas en Altadena, un evento que incluso afectó a la transmisión de partidos de la USC. La magnitud de los daños y las repercusiones continúan desarrollándose.