Hablamos de esos detalles que marcan la diferencia entre la victoria y la derrota, esos pequeños matices que definen el destino de una franquicia.
En el centro de atención se encuentra Jalen Hurts, el quarterback de los Philadelphia Eagles, quien recientemente superó el protocolo de conmoción cerebral de la NFL. Su regreso a los entrenamientos ha generado un optimismo considerable en el equipo, especialmente considerando el juego de wildcard del domingo contra los Green Bay Packers.
Hurts, de 26 años, se perdió los últimos dos juegos de la temporada regular, tras sufrir una conmoción cerebral el 22 de diciembre durante el partido contra Washington. A pesar de su ausencia, los Eagles (14-3), campeones del Este de la NFC, lograron victorias con sus suplentes, Kenny Pickett y Tanner McKee. Sin embargo, el regreso de Hurts es crucial para las aspiraciones del equipo.
“Siempre te sientes mejor cuando Jalen Hurts está en el campo,” afirmó Nick Sirianni, entrenador en jefe de los Eagles. Esta declaración resume la importancia del quarterback para la estrategia y el ánimo del equipo.
Antes de su lesión, Hurts lideró a los Eagles en una racha de 10 victorias consecutivas. Su desempeño en la temporada regular fue excepcional: 2,903 yardas por pase, 18 touchdowns, y solo cinco intercepciones. Además, sus 14 touchdowns por carrera, gracias a su famoso "tush push", lo convierten en una amenaza dual difícil de contrarrestar. Su efectividad se refleja también en las apuestas, donde los Eagles pasaron de ser favoritos por 4 1/2 puntos a 5 1/2 puntos para vencer a Green Bay.
Las preocupaciones sobre la salud no se limitan a Hurts. Aunque el tight end Dallas Goedert regresó de una lesión en la rodilla y mostró un buen desempeño en su reaparición, los receptores A.J. Brown y DeVonta Smith se perdieron prácticas por descanso y recuperación de lesiones menores. A pesar de estos contratiempos, se espera que todos estén disponibles para el juego contra los Packers (11-6).
La preocupación por el tiempo de inactividad de Hurts es mínima para Sirianni. "Ellos han tenido muchas repeticiones juntos antes de las últimas semanas… eso no es una preocupación para mí," comentó el entrenador. Este argumento se basa en la extensa experiencia previa de Hurts con sus receptores.
El desempeño de Hurts en el partido inaugural de la temporada contra los Packers, donde lanzó para 278 yardas y dos touchdowns, es un buen augurio. Su capacidad para correr, reflejada en las 630 yardas terrestres de esta temporada, lo convierte en un jugador impredecible y sumamente valioso. Sin embargo, las lesiones sufridas en el partido contra los Commanders, generan una inquietud justificada sobre su protección en el campo.
Finalmente, la situación en la banca también presenta un aspecto importante. Pickett, quien comenzó como suplente en un juego, sufrió una lesión en las costillas. McKee, el tercer quarterback, tuvo un buen desempeño en sus apariciones, demostrando ser un recurso confiable para el equipo. La presencia de estos jugadores da tranquilidad a los Eagles, ante cualquier eventualidad.