El panorama cambia con cada partido, dejando a los aficionados al borde de sus asientos.
Pero en medio de esta vorágine, un equipo ha llamado poderosamente la atención: el Thunder de Oklahoma City. Su racha triunfal ha generado incertidumbre entre los demás contendientes. Y la noche del martes, ante la ausencia de figuras estelares en el equipo rival, consolidaron su impresionante momento.
Los 76ers de Filadelfia, sin Joel Embiid, Tyrese Maxey y Paul George —todos lesionados— se enfrentaron a una máquina imparable. El Thunder, liderado por la excepcional actuación de Shai Gilgeous-Alexander, quien anotó 32 puntos, demostró una vez más su potencia.
"Fue una noche de baloncesto excepcional. El equipo jugó con una energía y precisión increíbles", comentó un analista después del partido. El apoyo de Jalen Williams, con sus 24 puntos, fue crucial para la victoria.
La diferencia fue abrumadora: un triunfo de 118-102. El Thunder construyó una ventaja de 21 puntos, dejando claro quién mandaba en la cancha. Con esta victoria, suman 18 triunfos en sus últimos 19 partidos, una estadística que habla por sí sola.
Por el lado de Filadelfia, a pesar de la derrota, hubo destellos individuales. Justin Edwards lideró a los Sixers con 25 puntos, seguido por Jeff Dowtin Jr. con 18. Sin embargo, la ausencia de sus estrellas fue un golpe demasiado duro de soportar.
El Thunder se prepara ahora para un choque titánico: el jueves enfrentarán a Cleveland, un duelo entre los equipos con los mejores récords de sus respectivas conferencias. La expectativa es máxima. Será un partido para no perderse.