Galilea Montijo despide a asistente tras perder contratos millonarios

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El mundo del espectáculo no perdona errores, menos cuando se trata de negocios millonarios. Detrás de las sonrisas y las cámaras, las decisiones en el círculo íntimo de las celebridades pueden marcar la diferencia entre cerrar un jugoso contrato o quedarse fuera del juego

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Yelitza Espinoza el 20/10/2025 11:35 AM.
En Espectáculos y editada el 20/10/2025 10:05 AM.

Esta vez, el escenario lo protagoniza una ruptura profesional que ha dejado más que simples chismes de pasillo.

Según fuentes cercanas al entorno de Galilea Montijo, la conductora tomó una decisión radical tras enterarse de que dos campañas publicitarias de alto perfil se esfumaron por una negociación mal manejada. "Todo se derrumbó cuando la marca decidió buscar a otra figura después de que la oferta inicial fuera rechazada sin consultar a Galilea", reveló un insider del medio.

El nombre que resuena en este conflicto es Bernardo Moreno, exasistente y estilista de la presentadora, quien habría sido el encargado de manejar los tratos con los patrocinadores. Lo que comenzó como una relación de confianza terminó en un despido abrupto luego de que se conocieran los detalles:

Una reconocida empresa ofreció 1.7 millones de pesos por la participación de Montijo en una campaña.
Moreno, en representación de la conductora, exigió 2 millones sin margen de negociación.
La marca optó por retirarse y contactar directamente a Danna Vázquez, representante oficial de Galilea.

La situación escaló cuando Vázquez descubrió que la empresa ya había intentado un acercamiento previo sin éxito. "Galilea no sabía nada de esa oferta hasta que fue demasiado tarde", comentó una fuente vinculada al equipo de la conductora. El enojo de Montijo no se hizo esperar: Moreno fue despedido de inmediato.

Lo que más ha sorprendido a los conocedores del medio es la trayectoria de esta asociación. Moreno no era un empleado cualquiera: llevaba años siendo parte fundamental del equipo de Montijo, desde su época como estilista exclusivo hasta convertirse en su asistente personal. La confianza era tal que incluso manejaba agendas y negociaciones comerciales.

Este episodio deja al descubierto la fragilidad de las relaciones en la industria, donde un solo error puede costar no solo dinero, sino años de trabajo conjunto. Mientras tanto, las versiones sobre un posible reemplazo ya comienzan a circular entre los representantes de otras figuras del espectáculo.