Entre la multitud, casi imperceptible, se encontraba una figura clave para el futuro del béisbol en Detroit.
Hablamos de Tarik Skubal, el nombre que ha estado en boca de todos desde que se anunciara su acuerdo con los Tigres de Detroit. Un contrato de un año por 10.15 millones de dólares, que evitó el arbitraje salarial y que, según fuentes cercanas, es solo el preludio de un acuerdo a largo plazo. “Voy a mantener eso bastante privado,” confesó Skubal a la Associated Press, dejando a muchos con la expectativa alta.
Pero más allá del contrato millonario, la historia de Skubal es una de perseverancia y éxito. Este lanzador zurdo de 28 años, ganador unánime del Cy Young de la Liga Americana, registró una impresionante temporada con 18 victorias (la mayor cantidad en la Americana), una efectividad de 2.39 y la mayor cantidad de ponches en las mayores con 228 en 31 aperturas. Su impecable desempeño fue crucial para que los Tigres, después de una década de ausencia, regresaran a la postemporada.
Su trayectoria no se limita al diamante. Skubal se mostró optimista sobre el futuro del equipo: “Somos un equipo joven y con hambre,” afirmó, haciendo hincapié en el potencial de la franquicia. La llegada de refuerzos como el segunda base venezolano Gleyber Torres (dos veces All-Star) y el lanzador derecho Alex Cobb, ambos con contratos por un año y 15 millones de dólares, fortalecen aún más esa visión.
Skubal, con una sonrisa, incluso bromeó sobre la potencia de su nuevo compañero: “Gleyber Torres me pegó uno (jonrón) probablemente a 470 pies en Comerica, así que estoy contento de que esté en nuestro equipo”. Un comentario que refleja la buena química y la confianza que se respira en el equipo.
La cita en Lakeland, Florida, el 12 de febrero, marcará el inicio de los entrenamientos de primavera para los lanzadores y receptores de los Tigres. El debut en la temporada regular está programado para el 27 de marzo, enfrentando a los Dodgers de Los Ángeles, los campeones de la Serie Mundial. Un reto importante para el equipo, pero uno que Skubal y sus compañeros parecen estar listos para afrontar.