Cerveceros de Milwaukee caen ante Ohtani y Dodgers en postemporada

No hubo magia en octubre, solo el silencio incómodo de los bates fríos.
Christian Yelich, el rostro de la franquicia, lo admitió sin rodeos: "Nos encontraron en el peor momento". La línea de 1-14 con siete ponches del jardinero estelar resumió la agonía colectiva. Mientras, Ohtani firmó una de esas noches que quedan grabadas en la memoria: 3 jonrones, 10 ponches y solo dos hits permitidos en seis entradas. "Como ver a un artista trabajar", describió un scout presente en el Dodger Stadium.
Detrás del marcador hay otra historia. La brecha económica entre ambos equipos habla por sí sola:
En el vestuario, lejos de los reflectores, hubo más abrazos que lágrimas. Blake Perkins, jardinero central, capturó el sentimiento: "Esto era más que béisbol. Era una familia". Quizá por eso duele distinto. Saben que el núcleo actual, armado con piezas descartadas por otros equipos, difícilmente se mantendrá intacto.
El dato que duele: desde su único banderín en 1982 (cuando militaban en la Liga Americana), Milwaukee ha caído en postemporada ante equipos que luego ganaron la Serie Mundial en 5 de las últimas 6 ocasiones. Una maldición disfrazada de coincidencia.