Este año, la atmósfera en Nueva Orleans promete ser electrizante, con dos equipos poderosos listos para enfrentarse: los Philadelphia Eagles y los Kansas City Chiefs.
Pero antes de que Jalen Hurts y Patrick Mahomes se enfrenten en el campo, deberán sortear un desafío diferente: la vorágine mediática del Super Bowl. Se trata de una semana donde las estrategias de juego pasan a un segundo plano, eclipsadas por un frenético carrusel de entrevistas y apariciones públicas.
Los Chiefs, con su quinta aparición en los últimos seis años, y los Eagles, regresando tras una reñida final en 2023, parecen estar preparados para este maratón mediático. Aunque ambos equipos tienen caras nuevas, la experiencia acumulada les permitirá lidiar con las extravagancias que suele traer consigo este evento. Se espera que los jugadores sean sometidos a una gama de peticiones, desde peticiones de bailes improvisados hasta preguntas poco ortodoxas, pasando incluso por la inevitable mención de la falta de musculatura de Mahomes, o las especulaciones sobre la relación de Travis Kelce con Taylor Swift.
"La mayor parte de ese trabajo se realiza esta semana," dijo el entrenador de los Chiefs, Andy Reid, la semana pasada. "Sé que es un período de dos semanas antes del juego, pero una vez que llegas a Nueva Orleans es un poco caótico, así que quieres asegurarte de ocuparte de los asuntos ahora".
La magnitud del evento es innegable: más de 6,000 miembros de la prensa de 26 países estuvieron acreditados para el Super Bowl del año pasado en Las Vegas. Este año, Nueva Orleans recibe su undécimo Super Bowl, el primero desde 2012. Los Chiefs aspiran a la historia, buscando convertirse en el primer equipo en ganar tres Super Bowls consecutivos, mientras que los Eagles buscan su segundo Vince Lombardi Trophy.
El lunes por la noche, cada jugador y entrenador estará disponible para la prensa durante una hora. Un grupo selecto, incluyendo entrenadores y mariscales de campo, tendrán sesiones adicionales durante el martes, miércoles y jueves. La preparación intensa se realizó la semana pasada, con los planes de juego ya esbozados. Las prácticas serán normales, a pesar del ambiente atípico. Nick Sirianni, entrenador de los Eagles, mencionó ajustes menores en su plan de trabajo para esta ocasión, sin dar más detalles.
Una figura clave será Kellen Moore, coordinador ofensivo de los Eagles y candidato a entrenador en jefe de los Saints. La imposibilidad de aceptar el puesto hasta después del Super Bowl añade otra capa de presión a su ya exigente agenda. Mantener el enfoque será fundamental para ambos equipos. La habilidad para navegar este mar de distracciones durante la semana, particularmente la noche inaugural, podría ser crucial para determinar quién levantará el trofeo el domingo.