Arenado se queda: futuro incierto para Cardenales
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La llegada de los jugadores de posición estaba a la vuelta de la esquina, un momento crucial para despejar las dudas.
El nombre que resonaba con más fuerza era el de Nolan Arenado, el tercera base estrella con un contrato multimillonario que parecía, hasta hace poco, una pieza con destino incierto. Arenado, ocho veces All-Star y con diez Guantes de Oro en su haber, tiene un contrato que le asegura 74 millones de dólares en los próximos tres años. Un contrato que, según trascendió, generó un frenesí de conversaciones entre los Cardenales y otros equipos interesados en sus servicios.
“No voy a hablar sobre quiénes eran los equipos porque ya no importa, pero sí, había alrededor de cinco equipos, cinco o más,” declaró Arenado, dejando entrever el interés de varias franquicias. “Ahora tengo una familia y para estar dispuesto a mudarlos, tiene que ser algo que valga la pena”. Esta declaración, aparentemente sencilla, revela la parte humana detrás de la estrella del béisbol; la decisión no se basó solo en cifras, sino también en consideraciones familiares.
La llegada de Arenado un día antes de lo previsto, sin embargo, trajo un giro inesperado. Su presencia, según John Mozeliak, presidente de operaciones de béisbol de los Cardenales, representa una bocanada de aire fresco para el equipo. “Entramos a esta temporada baja sabiendo que íbamos a intentar explorar canjes, lo cual hicimos”, explicó Mozeliak, “No llegamos al punto en que ya no fuera un Cardenal, así que ciertamente es bienvenido de vuelta. En pocas palabras, con Nolan en nuestro equipo, sentimos que somos un mejor equipo”.
A pesar del alivio por su continuidad, la temporada pasada de Arenado estuvo por debajo de sus estándares habituales (.272 de promedio con 16 jonrones y 71 carreras impulsadas). Además, la realidad es que los Cardenales están en un proceso de reconstrucción, una situación que, según el propio Arenado, no le agrada del todo: “¿Deseo que la dirección fuera totalmente comprometida? Por supuesto,” reconoció. “¿Pero es esto lo que probablemente es mejor para los Cardenales? Probablemente”. La partida de jugadores clave como Paul Goldschmidt, quien firmó con los Yankees, agudiza la situación.
La presencia de Arenado en el entrenamiento primaveral, entonces, representa más que solo su compromiso deportivo: es un símbolo de la complejidad de las negociaciones en el béisbol profesional, donde las decisiones involucran cifras millonarias, aspiraciones deportivas y, por supuesto, decisiones familiares.
Arenado, a sus 33 años, mantiene su enfoque en el juego, deseando un futuro competitivo para su equipo. Su compromiso, por ahora, está con los Cardenales, dejando un futuro incierto para un equipo en reconstrucción. Colorado, cabe mencionar, seguirá pagando una parte del salario de Arenado como parte del acuerdo del canje.