Neymar, Depay y Silva rechazan césped artificial en Brasil

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El fútbol brasileño, un torbellino de pasión y talento, enfrenta una controversia que va más allá del terreno de juego. La discusión no se centra en tácticas ni en resultados, sino en la misma superficie donde se desarrolla la magia: el césped

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René Cardenas el 19/02/2025 06:13 AM.
En Deportes y editada el 19/02/2025 06:29 AM.

Recientemente, una ola de inconformidad ha sacudido al país carioca. Neymar Jr., Memphis Depay y Thiago Silva, tres gigantes del balompié, han encabezado una campaña digital contra el uso de césped artificial en los estadios de la liga brasileña. Estos jugadores, cada uno con una trayectoria brillante, unen sus voces en una protesta que ha generado un intenso debate.

El argumento principal radica en la preocupación por el incremento de lesiones. Según el comunicado emitido por los jugadores, “Es preocupante ver la dirección que está tomando el fútbol brasileño. Con el tamaño y la representación de nuestro deporte, este debate ni siquiera debería existir. En las ligas más respetadas del mundo, se escucha a los jugadores y se realizan inversiones para garantizar la calidad del campo en los estadios”.

La situación ha puesto en el centro de la polémica a varios clubes. Botafogo, Palmeiras y Athletico Paranaense, entre otros, han optado por el césped artificial, una decisión que ha generado la negativa de algunos jugadores, especialmente aquellos que regresan de lesiones, como Neymar, a disputar partidos en estadios con esta superficie. La decisión de jugar o no en estos campos ha repercutido en el calendario de partidos.

Ante las críticas, Palmeiras ha emitido un comunicado defendiendo su decisión. Argumentan que su césped artificial cuenta con la certificación FIFA y que se somete a inspecciones regulares desde 2020 para cumplir con los mismos estándares de un campo de césped natural en óptimas condiciones. Sin embargo, la controversia persiste.

La situación presenta un panorama complejo: la necesidad de optimizar el uso de los estadios versus la salud y el rendimiento de los jugadores. El debate, lejos de resolverse, plantea interrogantes sobre el futuro del fútbol brasileño y la importancia del diálogo entre las diferentes partes involucradas en este deporte.