Davis vs Roach: Empate polémico genera controversia en el boxeo
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Había una energía palpable, una anticipación que resonaba en cada esquina del recinto. La atmósfera era densa, cargada de la adrenalina propia de un evento deportivo de alto calibre.
En el centro del ring, Gervonta Davis, con su récord impecable de 30-0, defendía su título de peso ligero contra Lamont Roach (25-1-2), un contendiente dispuesto a arrebatarle el cetro. Las apuestas hablaban por sí solas: Davis era el favorito abrumador, con una cuota de -1600 en BetMGM. Sin embargo, la noche reservaba una sorpresa.
El combate fue una montaña rusa de emociones. Un intercambio de golpes precisos, estratégicos, una danza de poder y destreza. Sin embargo, un momento específico acaparó la atención de todos: en el noveno asalto, Davis se arrodilló cerca de su esquina. El réferi, Steve Willis, no lo consideró una caída, a pesar de que la rodilla tocó la lona. Esta decisión generó una ola de controversia inmediata.
“Debió ser una caída. Si se hubiera marcado, yo habría ganado la pelea,” afirmó un Roach visiblemente frustrado tras la pelea. Su argumento resonó entre muchos en la audiencia, incluyendo a figuras prominentes del boxeo. Terence Crawford, campeón de múltiples divisiones, expresó su asombro en X: “Nunca he visto a alguien arrodillarse y que no lo cuenten como un derribo. Deben haber olvidado las reglas para esta noche.”
La explicación de Davis, quien atribuyó el incidente a la vaselina de su cabello que le entró en el ojo, no convenció a muchos. La polémica se centró en la falta de penalización para Davis, una situación que podría haber alterado el resultado final. Las tarjetas de puntuación reflejaron la división: un juez otorgó la victoria a Davis (115-113), mientras que los otros dos dictaron un empate (114-114).
El resultado final, un empate, dejó un sabor agridulce. Roach, quien estuvo a punto de lograr una victoria significativa, solicitó una revancha. La pelea, reñida hasta el final, dejó a la afición mexicana y al mundo del boxeo con preguntas sin respuesta y una considerable discusión sobre la aplicación de las reglas durante el combate.
La pelea, llena de momentos impredecibles, marcó un punto de inflexión en las carreras de ambos púgiles. La controversia generada, sin duda alguna, seguirá resonando en los debates sobre las decisiones arbitrales y su impacto en el resultado final de encuentros de boxeo de alto nivel.