De Bruyne: futuro incierto tras era en Manchester City

La decisión no es sencilla; implica mucho más que goles y trofeos.
Kevin De Bruyne, el cerebro del Manchester City, enfrenta una disyuntiva crucial: participar en el Mundial de Clubes ampliado, a celebrarse en junio y julio en Estados Unidos, o priorizar su futuro inmediato. Su contrato con los Citizens culmina al final de la temporada, convirtiéndolo en agente libre a sus 33 años.
La posibilidad de extender su contrato a corto plazo para disputar el torneo internacional existe. Sin embargo, el riesgo de lesión es una preocupación real para el belga, quien lo expresa sin ambages: “Creo que de alguna manera tengo que cuidarme porque si me lesiono en el Mundial de Clubes, ¿qué voy a hacer? Nadie va a cuidarme en ese momento”. La incertidumbre sobre la voluntad del City de contar con él para este evento añade otra capa de complejidad a la situación.
De Bruyne, tras una década en el club y 14 títulos conquistados, se enfrenta a la realidad de un futuro incierto. La decisión no solo implica su carrera profesional, sino también su vida personal: “Tengo que cuidar de mi familia. Tengo tres hijos, mi esposa, no es un proceso fácil en este momento”.
La reciente introducción de una ventana de transferencias a corto plazo por parte de la FIFA, motivada por la nueva fecha del Mundial de Clubes, permite a jugadores como De Bruyne firmar acuerdos temporales para participar en el torneo. Sin embargo, esta alternativa conlleva un riesgo significativo: una lesión que podría comprometer futuras oportunidades.
La derrota en la final de la Copa FA y la pérdida del título de la Premier League, luego de cuatro victorias consecutivas, marcan un final agridulce para esta etapa de su carrera. “Este año simplemente no ha ido como queríamos. Tienes que aceptarlo. Tienes que seguir adelante, trabajar duro y volver a intentarlo. Está bien”, admite De Bruyne, quien mantiene la perspectiva a pesar de las adversidades.
Con dos partidos restantes en la temporada, la leyenda belga deberá tomar una decisión trascendental. El misterio sobre su futuro, y la posibilidad o no de verlo en el Mundial de Clubes, permanece. La balanza entre ambición deportiva y la seguridad familiar se inclina, dejando una interrogante en el aire que solo el tiempo resolverá.