Abierto de Francia: Era Post-Nadal, un Legado Imborrable

No es solo la ausencia física de un campeón, sino la evaporación de una era.
El nombre que resuena en silencio, el que todos evitan mencionar abiertamente pero que está presente en cada saque, cada devolución, es Rafael Nadal. Su retiro, anunciado a finales del año pasado, ha dejado un vacío difícil de llenar. Jugadores como Tommy Paul, semifinalista del Abierto de Australia 2023 y número 12 del ranking mundial, lo admiten abiertamente: “Es agradable no tener que preocuparse por él, supongo”, confesó con una leve sonrisa. Un alivio tácito, un cambio de perspectiva en la estrategia competitiva, se nota en las declaraciones de varios tenistas.
La palabra "diferente" se repite como un eco entre los jugadores. Lorenzo Musetti, semifinalista de Wimbledon y medallista olímpico de bronce en 2024, lo describe como algo “extraño para los aficionados, sobre todo”. Pero la realidad es que el legado de Nadal en Roland Garros es innegable. Su dominio, con un récord de 112-4, es simplemente “imposible de repetir”, según afirma el campeón defensor, Carlos Alcaraz.
Sus enfrentamientos contra Novak Djokovic y Roger Federer hablan por sí solos: 8-2 contra Djokovic en Roland Garros y un perfecto 6-0 ante Federer. Un dominio aplastante que lo posiciona como una leyenda indiscutible. Thanasi Kokkinakis, resumió la admiración general: “Qué leyenda. Qué embajador para el deporte. Uno de los mejores atletas de todos los tiempos, no solo en el tenis”.
El impacto de Nadal trasciende la cancha. Una estatua de tamaño monumental, erigida en 2021, lo recuerda cerca de una de las entradas al torneo. Este domingo, una ceremonia en la cancha Philippe Chatrier honrará su trayectoria, una ovación que seguramente evocará los históricos "¡Ra-fa!" que resonaban en el estadio. La manera en que mordía sus trofeos, un gesto que incluso Naomi Osaka emuló, se convirtió en una marca personal imborrable.
Victoria Azarenka, ex número uno mundial y dos veces campeona del Abierto de Australia, ofrece una perspectiva más reflexiva: “Como comunidad tenística, todos van a extrañar a Rafa, seguro. Pero lo veo un poco diferente. Lo veo como que esa fue su decisión... Mi única cosa es decir, ‘Gracias’, a jugadores como ellos”. Un agradecimiento por la grandeza y la inspiración que Nadal dejó en el deporte.
El Abierto de Francia 2024 ya es historia, una nueva historia que se escribe sin su Rey de la Arcilla, pero con su legado inmortalizado para siempre.