Pacers vs. Thunder: Crisis ofensiva en Finales NBA

Después de dos juegos disputados en Oklahoma City, el panorama no era el ideal. Los Pacers, a pesar de haber ganado el primer encuentro, se encontraban empatados 1-1 contra el Thunder. Un empate que, para un equipo que terminó más abajo en la clasificación, representaba un reto mayúsculo. El entrenador, Rick Carlisle, resumió la situación con una frase contundente: “Vamos a tener que ser mucho mejores el miércoles”.
La estadística era alarmante. Los Pacers no habían tenido un jugador con al menos 20 puntos en las Finales y habían dominado el juego, en tiempo total, menos del 2%. "(Eso contando que en el juego 1 lideraron sólo el 0.0001% del tiempo y aún así ganaron, de alguna manera)", señalaron analistas deportivos. Un dato que pone de manifiesto la ineficacia ofensiva del equipo en los primeros dos juegos. A esto se suma la preocupante incapacidad para anotar en la pintura; en el segundo juego, ¡el Thunder los dejó sin puntos en el primer cuarto! Según Tyrese Haliburton, guardia de los Pacers: “Tenemos que hacer un mejor trabajo para llegar a la pintura... Nuestra ofensiva se construye de adentro hacia afuera”.
El Thunder, a pesar de su baja posición en la clasificación regular, demostró una sólida defensa. Su estrategia se centró en limitar las penetraciones, forzando a los Pacers a tomar tiros de tres puntos, donde su efectividad decayó. El rol clave de Luguentz Dort, delantero del Thunder, fue fundamental en esta estrategia, enfocándose en la contención de Haliburton. “Mi principal objetivo es mantenerme frente a él y hacer que todo sea difícil”, comentó Dort sobre su marcaje al jugador estrella de Indiana.
El contraste entre ambos equipos era evidente. Los Pacers, con un promedio de 46 puntos en la pintura en sus victorias de playoffs, se vieron reducidos a un promedio de 36 en sus derrotas. Myles Turner, delantero de los Pacers, lo expresó claramente: “Cuando vives y mueres por esos tiros de tres o de media distancia, no siempre te va bien”. La fortaleza defensiva del Thunder, que cedió menos puntos en la pintura que cualquier otro equipo en la temporada regular, se convirtió en un verdadero obstáculo.
Con el marcador empatado y la serie regresando a Indianápolis, la presión recaía sobre los Pacers. Dos días se interponían entre la derrota y la oportunidad de revertir la situación. La clave: retomar la eficacia ofensiva y encontrar una respuesta efectiva a la férrea defensa del Thunder.