Estadio Azteca renovado para el Mundial 2026: Campo híbrido y más

Más que una simple remodelación, es una reimaginación de la experiencia del futbol para los miles de aficionados que lo visitarán.
El Estadio Azteca, ahora bajo la administración de Ollamani, abre sus puertas nuevamente el 28 de marzo, 75 días antes del inicio de la Copa Mundial, según confirmó la alcaldesa Clara Brugada. Detrás de esta reapertura, se esconde una inversión significativa en infraestructura que promete revolucionar la experiencia del espectador. “El eje central de la renovación son las personas que lo visitan”, afirma Félix Aguirre, director del estadio, en un comunicado oficial. La empresa, afiliada a Grupo Televisa, ha confirmado mejoras sustanciales, aunque algunos detalles permanecen bajo reserva.
Entre las novedades destacan un campo híbrido, una tecnología que ya se probó en 2018 pero que ahora se implementa con un “nuevo sistema de ventilación y aspirado, para una mayor recuperación, estabilidad y resistencia” según Ollamani. Esta mejora responde a las dificultades pasadas, como el cambio de sede de último minuto de un partido de la NFL en 2018 debido al mal estado del césped.
La experiencia dentro del estadio cambiará radicalmente. Los vestuarios, antes ubicados en las zonas norte y sur, ahora estarán en el centro, bajo los palcos de lujo, con un túnel directo al campo. Además, habrá mejoras significativas en las zonas de competencia: vestidores para jugadores y árbitros, zonas médicas, sala de prensa y zona mixta, elevando el estándar a la par de estadios internacionales de vanguardia. Se implementarán grandes pantallas LED dentro y fuera del estadio, un salto cualitativo respecto a las dos pantallas instaladas en 2015.
Se espera una mayor capacidad, aunque la cifra exacta de asientos adicionales aún no se ha revelado. El estadio, con capacidad para 83,000 espectadores y recientemente rebautizado como Estadio Banorte, será sede de cinco partidos, incluyendo el inaugural. Un dato histórico: será la segunda vez que el Azteca cuenta con un campo híbrido y ha albergado partidos inaugurales en los mundiales de 1970 y 1986.
Otras mejoras incluyen: una nueva área de cabinas de prensa, baños renovados, un sistema de videovigilancia con 200 unidades y un sistema de sonido actualizado. La fachada y el techo también serán restaurados, manteniendo la esencia del icónico recinto. Sin embargo, la instalación de un centro comercial y un hotel, inicialmente planeada, fue descartada tras la oposición de los residentes de Santa Úrsula. Finalmente, la modernización se enfrentó a una controversia con los propietarios de los palcos de lujo, quienes presentaron una queja a la agencia de protección al consumidor, generando incertidumbre sobre el uso de sus espacios durante la Copa Mundial. Se espera una resolución pronto sobre este asunto.