Haliburton: Lesión grave en Finales NBA

Cada posesión, cada tiro, cada rebote, crucial en el séptimo y definitivo partido de las Finales. El público, con la respiración contenida, observaba cada movimiento en la duela.
Entonces, a 4:55 minutos del primer cuarto, el silencio. Un silencio ensordecedor que contrastaba con el rugido que momentos antes llenaba el estadio. Tyrese Haliburton, estrella de los Pacers de Indiana, yacía en el suelo. La escena, dramática. No se trataba de una jugada brusca, de un choque, de un contacto físico que explicara la caída. Fue una lesión sin contacto, aparentemente de la nada.
El dolor era evidente en la expresión de Haliburton, quien, con visible frustración, golpeaba el parquet. La imagen lo decía todo: "una lesión en la parte inferior de la pierna derecha". Inmediatamente, la preocupación invadió a todos. El equipo médico de los Pacers, entrenadores y compañeros de Haliburton se agolparon a su alrededor, formando un círculo protector sobre el jugador tendido en el suelo. El pánico se respiraba en el aire.
Haliburton, que hasta ese momento sumaba nueve puntos, todos anotados mediante triples, no pudo apoyar peso sobre su pierna derecha. Fue retirado del campo en camilla, rumbo al vestuario para una evaluación médica. El equipo se mantuvo hermético, sin ofrecer detalles inmediatos sobre la gravedad de la lesión. La incertidumbre planeaba sobre el futuro del jugador y el desenlace del crucial partido. La información oficial, un silencio que hablaba por sí mismo. Un silencio que, en contraste con la energía inicial, dejaba un vacío insoportable para los fans y los comentaristas.
La imagen del jugador siendo retirado, rodeado por sus compañeros preocupados, se convertiría en una instantánea que quedaría grabada en la memoria de todos los presentes y de millones de espectadores. La pregunta en el aire: ¿Cuál sería el diagnóstico?