En la Pista Central, donde no hay sombra para los asistentes de las gradas inferiores, varios aficionados comenzaron a sentir malestar. "Vi que una persona necesitaba ayuda y no lo dudé", comentó después Aryna Sabalenka, la tenista bielorrusa que enfrentaba a Amanda Anisimova. La número uno del ranking WTA no solo detuvo el juego dos veces, sino que llevó personalmente agua y hasta una bolsa de hielo azul a los afectados.
Los datos del servicio meteorológico lo confirmaron:
- Temperatura durante el primer set: 31°C (88°F)
- Récord en el torneo: 33°C (91°F) registrados el primer día
Este episodio revela un patrón preocupante en el
Grand Slam británico. Mientras los jugadores tienen acceso a
protocolos médicos, los
espectadores en ciertas zonas de las canchas quedan expuestos a condiciones extremas sin protección adecuada. El
torneo, que tradicionalmente se juega bajo cielos grises y lluvias esporádicas, enfrenta un nuevo desafío climático que podría obligar a cambios logísticos.
Testigos relataron que Sabalenka mostró una faceta poco vista en competencias de alto nivel. Entre puntos, la campeona de
Grand Slam priorizó el bienestar del público sobre el ritmo del partido. Un gesto que contrasta con la intensidad habitual de las semifinales, donde cada segundo de concentración cuenta.
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