Carlos Alcaraz rompe racha histórica con dolorosa derrota en Wimbledon

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El tenis es un deporte de detalles, de pequeños márgenes que marcan la diferencia entre la gloria y el olvido. Y este domingo, en la hierba sagrada de Wimbledon, Carlos Alcaraz aprendió esa lección de la manera más dura

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René Cardenas el 13/07/2025 02:06 PM.
En Deportes y editada el 13/07/2025 02:15 PM.

El español, acostumbrado a cerrar los grandes momentos con sonrisas y trofeos, se enfrentó a una sensación desconocida: "Siempre es una mala sensación perder partidos", admitió con el rostro tenso. "Es un poco peor cuando pierdes en una final".

El partido ante Jannik Sinner no fue cualquier derrota. Rompió una racha histórica: 20 victorias consecutivas en el All England Club, dos títulos seguidos (2023 y 2024), y un invicto de 24 partidos esta temporada. Hasta ahora, Alcaraz tenía un récord perfecto en finales de Grand Slam: 5-0. Pero el italiano, número uno del mundo, lo obligó a firmar un cheque que nunca antes había tenido que endosar.

Lo curioso es que todo empezó según el guion. Primer set para Alcaraz (6-4), con momentos de brillantez pura:

Un servicio de 140 mph para sellar el 5-4
Un revés cruzado imposible que le dio el quiebre decisivo

Pero luego, el partido se torció. Los números no mienten:

Solo 3 puntos de quiebre en los últimos tres sets (y cero convertidos)
15 aces… pero 7 dobles faltas
Un 53% de primeros servicios, muy por debajo de su estándar

"Hoy fue complicado, un poco", reconoció Alcaraz, señalando el factor clave: las devoluciones de Sinner. Cada segundo servicio del español era un regalo para el italiano, que lo ponía contra las cuerdas una y otra vez. "Con los nervios y todo, fue difícil servir mejor", confesó.

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Lo más revelador vino después. Alcaraz, conocido por su mentalidad guerrera, admitió algo inusual: "En algunos momentos, no sabía qué tenía que hacer en el partido". Sinner lo había desarmado no solo físicamente, sino tácticamente. "Desde la línea de fondo, sentía que él era mejor que yo", dijo, en un raro momento de vulnerabilidad.

La derrota deja una pregunta en el aire: ¿cómo reaccionará el prodigio español? Por primera vez en su carrera, tendrá que reconstruirse después de caer en una final de Grand Slam. El tenis, como la vida, también se trata de perder. Y ahora, Alcaraz deberá escribir ese capítulo.