Donald Trump roba cámara en la final del Mundial de Clubes con el Chelsea

"Sabía que iba a estar aquí, pero no imaginé que terminaría en el estrado", confesó Palmer, todavía con una sonrisa de incredulidad.
El joven inglés, de apenas 23 años, no solo fue testigo del momento más viral de la noche, sino que también se coronó como el protagonista indiscutible del torneo. Con dos goles en la final contra el PSG y una asistencia magistral, Palmer selló el 3-0 que le dio a los Blues su segundo título internacional en menos de un mes. No era cualquier rival: el equipo parisino llegaba con una racha de 436 minutos sin recibir goles, hasta que el zurdo del Chelsea rompió el hechizo.
Detalles que definieron la noche:
En el banquillo, el técnico Enzo Maresca no disimuló su satisfacción. "Ganamos el partido en los primeros 10 minutos", declaró. Su estrategia de atacar el flanco izquierdo desde el silbato inicial había funcionado a la perfección. Mientras tanto, en las redes, las imágenes de Trump con la medalla ya generaban memes. La FIFA no aclaró si el reconocimiento fue protocolario o un gesto improvisado.
Palmer, por su parte, prefirió quedarse con el sabor de su doblete y con esa foto frente al videomarcador gigante donde se leía: "Scary Good". Justo debajo, sus números lo respaldaban: 3 goles en 2 finales, un título de la Conference League y ahora la gloria mundialista. Sin discusión, la noche dejó claro quién era el verdadero dueño del escenario.