World Boxing impone pruebas de sexo obligatorias para boxeadoras

La medida, que entrará en vigor en septiembre, ha desatado un intenso debate sobre inclusión, seguridad y equidad en el deporte.
Según el comunicado oficial, las pruebas consistirán en análisis de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) o métodos genéticos equivalentes para identificar la presencia del cromosoma Y. "Tenemos el deber de garantizar condiciones justas en un deporte donde la seguridad es prioritaria", declaró Boris Van Der Vorst, presidente de la organización. Sin embargo, el polémico anuncio ya tuvo su primera consecuencia: la campeona olímpica argelina Imane Khelif, quien había sido señalada públicamente por Van Der Vorst, rechazó competir en un torneo previo en Países Bajos.
El caso de Khelif y la taiwanesa Lin Yu-ting —ambas medallistas en París 2024— ejemplifica la complejidad del tema. A pesar de llevar años compitiendo como mujeres, su participación estuvo marcada por especulaciones sobre su condición biológica. La argelina, de 26 años, ha insistido en que "nació y siempre ha sido mujer", pero las nuevas regulaciones podrían excluirla de futuros eventos.
World Boxing detalló el protocolo para atletas con diferencias en el desarrollo sexual (DSD):
El contexto es particularmente delicado para World Boxing, que surgió en 2022 tras la ruptura con la desacreditada Asociación Internacional de Boxeo. Ahora, como entidad reconocida provisionalmente por el COI, busca establecer credibilidad de cara al ciclo olímpico de Los Ángeles 2028. Mientras tanto, las federaciones nacionales tendrán la responsabilidad de aplicar las pruebas y validar los resultados, dejando en sus manos el futuro deportivo de cientos de atletas.