Según confirmó una fuente cercana al jugador a The Associated Press, Durant y los Rockets de Houston llegaron a un entendimiento que lo mantendría en el equipo hasta la temporada 2027-28. El acuerdo, valorado en 90 millones de dólares, incluye una cláusula de opción para el segundo año, lo que ofrece flexibilidad tanto al astro como a la organización. "Me veo firmando una extensión. No puedo decirte exactamente cuándo sucederá, pero lo veo sucediendo", había adelantado el propio Durant durante el día de medios del equipo.
Detrás de las cifras hay un cálculo preciso:
- De cumplirse los dos años del contrato, las ganancias totales de Durant en la NBA rozarían los 600 millones, acercándose al récord histórico que actualmente ostenta LeBron James.
- El alero de 34 años renunció voluntariamente a 32 millones adicionales que hubiera podido obtener con una extensión máxima, priorizando la construcción de un proyecto competitivo en Houston.
La llegada de Durant a los Rockets no fue casualidad. El equipo, que rompió una sequía de cinco años sin
playoffs la temporada pasada, ha experimentado una transformación radical bajo el mando del entrenador
Ime Udoka.
De un desolador 59-177 en tres temporadas pasaron a un prometedor 93-71 en la era Udoka, atrayendo a talentos como KD para cerrar el círculo.
Con 30,571 puntos en su carrera, el exMVP se encuentra a:
- 848 unidades de superar a Wilt Chamberlain (7° lugar histórico)
- 989 para rebasar a Dirk Nowitzki (6°)
- 1,721 para alcanzar a Michael Jordan (5°)
Lo que hace especial este acuerdo no son solo los números, sino el simbolismo. Durant, quien ya es
el máximo anotador en la historia del basquetbol olímpico estadounidense, podría tener ante sí la oportunidad de competir en Los Ángeles 2028. Houston no solo adquiere a una leyenda: asegura un pedazo de historia viva que sigue escribiéndose.
Mientras los reflectores se enfocan en lo inmediato, el contrato contiene guiños al futuro. La flexibilidad salarial que proporciona podría ser clave para que los Rockets armen un contender real alrededor de su nueva estrella. En una liga donde las ventanas de oportunidad se cierran rápido, Houston acaba de ganar tiempo extra.
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