Revelan secretos en La Casa de las Flores 3

Las preguntas y decisiones pendientes, así como el camino a seguir de cada uno de los personajes de la serie La Casa de las Flores, tendrán su resolución a partir de hoy, cuando sea develada la tercera y última temporada a través de Netflix.

Desde el punto de vista del actor Darío Yazbek, quien interpreta a Julián —uno de los tres hermanos que conforman a la familia De la Mora—, la producción rompió tabúes en las ficciones latinoamericanas no sólo por hablar de una familia disfuncional liderada por una matriarca —después por la hija mayor y finalmente por la abuela—, sino por expresar abiertamente la complejidad de las relaciones amorosas más allá de las etiquetas de las preferencias sexuales, la paternidad homoparental, la doble moral, la infidelidad, las sectas filosóficas fundamentadas más que en conocimiento, en la obtención de dinero fácil a través del engaño y la constante búsqueda del amor, entre otros temas.

“Lo que me enseña la serie es que es muy importante la libertad. La Casa de las Flores es un gran estandarte de eso; la libertad no sólo en lo sexual o de familia o al decir lo que se piensa, sino también la libertad creativa y que dan las plataformas. El proceso de trabajo fue muy gozoso. Voy a extrañar mucho esa parte de la familia De la Mora, la que se creó ahí. De las cosas más lindas que surgieron en el proceso de la serie fue la cercanía, las ganas de divertirse y disfrutar lo que estábamos haciendo, de crear algo a partir del amor y la libertad.

“La Casa de las Flores mostró riesgo. Faltan historias en el cine en el que ver estos riesgos o una postura. Esta serie lo tomó desde un punto de vista empático, con sentido del humor, y eso fue en beneficio del éxito que ha tenido como proyecto que representa algo. La serie trajo al público una discusión, de forma muy humana, eso es muy valioso, pues no fue desde una superioridad moral ni forzando a la gente a pensar algo, sino que sólo se le sugirió, como el caso de la bisexualidad de mi personaje, Julián. Eso se trajo a la mesa y fue visibilizado. Son pasos adelante, porque se habla de ello y se hace con cariño, desde un punto de vista en el que lo que importa es el amor y la relación en pareja o en familia. Espero que sea el primero de muchos proyectos que tengan este impacto positivo”, expresó Darío Yazbek a Excélsior vía telefónica.

Con atrevidas y explícitas escenas sexuales, combinadas con humor negro, La Casa de las Flores atrajo el interés del espectador para descubrir las entrañas de una familia disfuncional. En su tercera temporada, la historia da un vistazo al pasado de los personajes adultos, a la década de 1970, y ata los cabos de lo que viven las presentes generaciones de la familia.

“Uno sufre a partir de los padres, pero también ellos han sufrido en su camino. Es una especie de historia que se repite a través de los años. Esto es muy representativo del espacio generacional, porque la mamá, Virginia de la Mora, vivió cosas muy similares a sus hijos, pero en un contexto histórico distinto. Es un poco para hacer las paces con esa relación entre generaciones”, dijo.

Hacer a un lado ideas conservadoras, aceptar su bisexualidad y también el amor por Diego (el actor Juan Pablo Medina), son algunas de las cartas que se barajan para Julián en esta entrega, en la que además hay un interés por revelar más secretos y la disyuntiva de convertirse en padres o no.

Juan Pablo Medina destacó que Diego, su personaje, tiene una historia muy divertida, pues se cuestiona si es feliz o no siendo gay.

“Es una fortuna que llegó a tantos lugares, a otros países y a México, y que la gente se pudiera identificar con mi personaje y los otros. Esta serie me ha cambiado muchísimo, me ha puesto en un lugar en donde no estaba, como trabajar en una plataforma donde se tocan estos temas sin ningún tipo de bloqueo, abiertamente con la visión del creador, lo cual antes no pasaba en la televisión mexicana.

“La idea de creación de Diego fue no caer en estereotipos, en clichés. Le quisimos dar profundidad para que se entendiera que lo que queríamos contar era una historia de amor. Lo que ama el personaje de Diego es a Julián y además quiere ser papá, es muy importante para él, así que en esta temporada sigue en esa búsqueda de estar con Julián y formar una familia. La serie habla de un matriarcado, siempre está al frente una mujer. Luego, el regreso al pasado es una decisión creativa y un giro muy interesantes. Este cierre fue un gran acierto”, concluyó Medina sobre la serie escrita y dirigida por Manolo Caro, que se estrena hoy.

LO QUE VIENE
En esta tercera temporada, mientras Paulina (Cecilia Suárez) sobrevive en prisión y Elena (Aislinn Derbez) sigue postrada en cama, la abuela (Isela Vega) se apodera de la casa, y Diego y Julián ven su relación amenazada por ideas conservadoras. La historia hará una revisión al pasado, a finales de la década de 1970, para revelar los orígenes del círculo de amistad de Virginia –interpretada en esta ocasión por Isabel Burr–, Ernesto, Salomón y Carmela, así como oscuros secretos y crímenes que persiguen a los miembros de la familia.

Es así como se unen al elenco actores como Ximena Sariñana, Christian Chávez, Rebecca Jones, María León, Tiago Correa y Luisa Huertas.

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