Shiloh Jolie-Pitt, hija de Angelina Jolie y Brad Pitt, está lista para dejar su huella en el mundo. A sus 18 años, esta joven no solo ha crecido bajo el ojo público, sino que también ha desarrollado una fuerte convicción: hacer su propio camino, sin la sombra de sus famosos padres.
Shiloh, como muchos jóvenes de su generación, se ha enfocado en sus propias metas. Su pasión por el baile la ha llevado a tomar clases para perfeccionar su técnica, con la ilusión de triunfar en Nueva York. "Ella desea aprender baile y vivir en un departamento modesto y tener roomies de su misma edad", compartió una fuente cercana a la familia.
A pesar de haber nacido en una familia con mucho dinero y poder, Shiloh no quiere depender de los privilegios que le ofrece su apellido. "Los descendientes de Brad y Angelina son sumamente modestos acerca de sus antecedentes. Desean ganar su propio dinero", comentó la fuente.
Su humildad la ha llevado a ser consciente de las desigualdades existentes en el mundo. "A Shiloh le incomodan las personas que invierten su dinero en carteras de lujo cuando hay personas que sufren de hambre. Considera que es completamente inapropiado", aseguró la fuente.